Los secuestros se incrementan y las medidas de seguridad se amplían, sobre las personas más sensibles de sufrir este tipo de delitos, que tienen el objetivo de sacar dinero rápido y fácil.
En este caso, es la Guardia Civil la que ha viajado hasta Venezuela, para liberar a un ciudadano español, de Canarias, que fue secuestrado junto a su hermano gemelo. A uno de ellos le liberan, para que dé constancia de los hechos y al otro, le retienen y le cortan un dedo, para presionar a la familia a que pague el rescate.
Denuncia de la familia
La Guardia Civil de Las Palmas, recibió la denuncia de la familia, en la que indicaban que dos hermanos, residentes en Venezuela, habían sido secuestrados, cuando se desplazaban en vehículo por las inmediaciones de la población de El Sombrero (Venezuela).
Los secuestradores se hicieron pasar por policías venezolanos e iban con armas automáticas y chalecos antibala. Al cabo de unas horas dejaron en libertad a uno de ellos, con el objeto de gestionar el rescate de 500 dólares.
Negociación
Los agentes contactaron con la Embajada de España en Caracas (Venezuela) iniciando labores de asesoramiento, cuando un hermano de la víctima comenzó a recibir llamadas de extorsión, por parte de los secuestradores.
Los agentes verificaron que el delincuente, encargado de efectuar las llamadas de extorsión, se encontraba en Tampa (Estados Unidos), por ello los policías contactaron con la División del FBI, en esta ciudad de Florida.
El FBI, con los datos de la investigación aportados por la Guardia Civil, identificó y detuvo al supuesto autor de las llamadas de extorsión, que resultó ser un venezolano, con residencia en EEUU, y con un extenso historial delictivo en su país de origen.
Panamá
Un segundo interlocutor, sin rebajar sus pretensiones económicas, se puso de nuevo en contacto con los familiares. En este caso las llamadas se efectuaron desde Panamá. La Guardia Civil, en colaboración con las autoridades de Panamá, localizaron al nuevo “negociador”, que era miembro de la organización criminal venezolana ‘El Tren de Aragua’. A su vez, esta red criminal trabajaba para una segunda organización llamada ‘La Banda del Picure’.
38 días
Gracias a la presión del grupo de trabajo formado por la Guardia Civil y las autoridades de Venezuela, Panamá y EE.UU se consiguió la liberación del secuestrado.
El hombre se encontraba en buen estado de salud, salvo por la amputación sufrida y el deterioro físico y mental, por los 38 días de cautiverio.
La víctima ha explicado cómo ha estado sometido a medidas de seguridad y custodiado por más de una veintena de hombres armados con pistolas, granadas de mano y armas blancas.
Lo mantuvieron oculto en una zona aislada y boscosa del Estado de Aragua (Venezuela), manteniendo las rutinas de unidades militares y cambiando, hasta en tres ocasiones, de emplazamiento, siempre en zonas muy alejadas de cualquier vía de comunicación.