El descubrimiento de la plantación se produjo tras recibir la Ertzaintza la llamada de una persona que tenía sospechas de un posible robo en una vivienda en Plentzia (Bizkaia). Inmediatamente, los agentes se trasladaron al lugar y observaron que la puerta del garaje se encontraba medio abierta. Ante la posibilidad de que hubiera alguien dentro cometiendo un delito, los agentes se identificaron de viva voz y registraron la estancia por si pudiera estar oculto. En un lateral del garaje había varios tubos de extracción de aire provenientes del sótano de la casa y un agujero grande que daba acceso al mismo. Los agentes descendieron hasta el habitáculo y observaron la existencia de una instalación destinada al cultivo de marihuana compuesta por extractores, filtros, un depósito de agua, instalación eléctrica y alumbrado.
Acto seguido y tras comprobar que no había ninguna persona en el interior, procedieron a preservar las evidencias encontradas y comunicar el hallazgo a la autoridad judicial competente. Al mismo tiempo, comenzaron las pesquisas para identificar al propietario de la plantación, compuesta de más de mil plantas. Finalmente el propietario fue localizado y procedieron a su detención por un delito contra la salud pública.
Por otro lado, los agentes que descubrieron la plantación, observaron cómo la infraestructura necesaria para el cultivo y mantenimiento de las instalaciones, compuestas de diversos aparatos como lámparas, extractores y sistemas de irrigación, entre otros, necesitaban un gran flujo de energía. Así, comprobaron que la instalación eléctrica había sido "enganchada" ilegalmente al suministro eléctrico, por lo que el joven también quedó como investigado por un delito de defraudación de fluido eléctrico.
El arrestado fue trasladado a dependencias policiales para realizar las correspondientes diligencias. Una vez finalizadas, fue puesto en libertad con la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando sea requerido.