No es fácil de entender, pero ha ocurrido. El arrestado, un hombre de 50 años, tiene inquina a una ONG, al punto de que, el 27 de marzo, entró en la sede de Alcalá de Henares (Madrid) y le asestó una puñalada en el abdomen a un voluntario, y salió corriendo del lugar.
A los pocos días es detenido en la ciudad de Cervantes y el juez ordena su ingreso en un psiquiátrico. Del centro donde le hospitalizan es trasladado a Orihuela (Alicante), donde parece que, o quedó libre, o se escapó.
Lo cierto es que el 25 de mayo, dos meses después del primer intento de homicidio, el individuo va a la sede que la misma ONG tiene en Alicante, entra, apuñala a una de las personas que están dentro, y tras dejarlo herido de gravedad, huye.
El 2 de junio va a Murcia y hace lo mismo en la sede de la ONG en esta ciudad. Entra, apuñala en el abdomen a un voluntario, y sale corriendo. La casualidad ha provocado su detención y puesta a disposición del juez, en Alicante, acusado de tres tentativas de homicidio.