La Guardia Civil ha detenido en Almería a un hombre de 53 años y una mujer de 51, españoles, como presuntos autores de un delito de homicidio, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas; y a otro hombre de 45 años y nacionalidad lituana, como presunto autor de un delito de encubrimiento.
Septiembre 2017
En septiembre de 2017, agentes de la Guardia Civil de Jacarilla (Alicante), tomaban declaración a una mujer que denunciaba la desaparición de su hijo, de 45 años, que se había ido a vivir a Almería hacía cuatro años.
La madre
Esta madre dijo a los agentes que, aunque no veía a su hijo desde que se fue, mantenía contacto telefónico con él cada 10 días, como una rutina en todo ese tiempo; hasta principios de junio, cuando dejó de llamar. A pesar de intentar comunicarse con él en numerosas ocasiones, el teléfono siempre aparecía apagado o fuera de cobertura, por lo que estaba bastante preocupada.
Sin datos
Con apenas estos datos, los guardias civiles realizaron las primeras gestiones habituales en un caso de desaparición, sin resultados, porque no disponían ni si quiera de un domicilio conocido del hombre. En ese punto se hace cargo de la búsqueda el Equipo de Policía Judicial, con base en Almoradí.
Complejidad
La primera sensación para los investigadores fue la complejidad del caso, puesto que con su madre la relación era a distancia, por teléfono y con detalles sobre su entorno tan generales, que resultaba casi imposible ubicarle o conocer personas relacionadas con él, que pudieran aportar datos para localizarle.
Llamadas telefónicas
Una de las primeras líneas de investigación que se inician es a través del tráfico de llamadas de las líneas de teléfono. De ellas se desprende que su madre dice la verdad, y que ha hablado con su hijo cada 10 días, más o menos.
El número de CGM
Es en ese estudio cuando aparece el teléfono de CGM, una mujer con la que el desaparecido habla casi a diario, y cuyo número es el último contactado por él, el 12 de julio de 2017, pasadas las 19:00 horas.
Iba a Cruz Roja
A través de la ubicación ofrecida por el operador de telefonía, se decide realizar varias visitas a la localidad de Almería, descubriendo que el desaparecido visitaba a diario un centro social de Cruz Roja, en el que se asea, toma café, lava ropa…, hasta el mismo día 12 de julio, cuando deja de ir.
Mendigo
Gracias a esa pista, se abren nuevas líneas de investigación. Hablan con personas que le conocían, hasta que los investigadores dan con el domicilio del desaparecido, una vivienda que había sido cedida por los propietarios de un supermercado donde, al parecer, este vecino de Bigastro practicaba la mendicidad.
Temor
Los guardias civiles entraron en la vivienda con el temor de que podría haber sufrido un accidente o cualquier otra circunstancia, en el interior de la casa. Sin embargo, lo que hallaron les indujo a abrir otra línea de investigación.
El cargador del móvil
En la casa había mucha ropa y enseres personales del desaparecido. El cargador del móvil, permanecía enchufado, de igual forma como si acabaran de desconectar el teléfono para salir de casa. Había un paquete de cigarrillos de liar, e incluso un ticket de compra de una ensalada, del 11 de julio a las 15:00h, justo el día antes de que se perdiera su rastro.
[Sumario]
En ese momento los agentes supieron que la desaparición no había sido planificada, ni voluntaria.
Búsqueda en televisión
Casi al mismo tiempo, su familia había contactado con el programa ‘Desaparecidos’, dirigido por Paco Lobatón, en TVE 1, para hacer un llamamiento y localizarlo.
Sospechosa
En ese momento de la investigación los agentes ya tenían una sospechosa, pero ninguna prueba que pudiera demostrar su hipótesis. Mientras el resto de sus contactos telefónicos, habían intentado contactar con él, la mujer con la que al parecer mantenía una relación, era la única que no había tratado de hacerlo desde el día de su desaparición.
Abril, 2018
Fue en abril, cuando los agentes son alertados de que la principal sospechosa, ha sido denunciada por una presunta agresión y amenazas hacia a otro hombre. Al acceder al contenido de la declaración, observan que, al parecer, la mujer grita al otro hombre que le va “a matar y a enterrar en el mismo sitio que al Chiquitín”, lo que da un giro inesperado a la situación.
El Chiquitín
Parece que El Chiquitín era mote por el que se conoce al desaparecido, por su escasa estatura, por lo que los agentes dirigen su investigación, ahora con indicios contundentes, hacia la mujer.
Trío y celos
Los agentes, ya convencidos del posible fallecimiento del desaparecido a manos de su quien pudo ser su pareja, la detienen y toman declaración a su entorno: amigos y conocidos, para conocer, con el máximo detalle, los hechos que habrían tenido lugar ese fatídico 12 de julio, y cuál fue su causa.
El ex sale de la cárcel
Los agentes averiguaron que, aunque la detenida y el desaparecido eran pareja, en aquellos días había salido de prisión la ex pareja de ella. Tras su salida de la cárcel, debió dirigirse a su casa, lugar en donde descubrió las llamadas que el desaparecido le hacía a ‘su’ mujer y los celos se apoderan de él.
Él le mató
Las últimas noticias sobre el paradero de este tercer implicado que conforma el triángulo sentimental, situaban al hombre en la provincia de Málaga, donde le localizan y arrestan como presunto coautor de los hechos, según las declaraciones de la detenida, quien atribuía la autoría del homicidio en exclusiva.
Contradicciones
Sin embargo, como demostraron las pruebas más tarde, y las contradicciones entre las versiones de ambos, la participación de ambos en la comisión del hecho era indiscutible.
En la chabola
El fallecido habría ido a la casa de la mujer, una chabola situada en un descampado en el Barrio de El Zapillo de Almería, dónde se encontraba también el otro hombre. Tras una fuerte discusión, ambos habrían golpeado a la víctima hasta matarlo. Luego, ocultaron el cadáver a escasos metros de la vivienda.
Otra vez perdidos
Para la búsqueda del cadáver, la Guardia Civil desplazó al lugar a varios agentes del Servicio Cinológico con perros adiestrados en la búsqueda de personas. Sin embargo, no pudieron encontrar el rastro del desaparecido.
Especialistas
Finalmente, los restos del cadáver fueron hallados enterrados debajo de un colchón, abandonado como basura. Los agentes del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil desenterraron los restos, bastante deteriorados, por lo que el Equipo Central de Inspecciones Oculares de Madrid, desplazados a la zona ante la complejidad de la investigación, se hicieron cargo de ellos para su estudio y análisis.
ADN
Si bien son necesarios los resultados de las pruebas del ADN, los investigadores tienen la certeza de que los restos encontrados son del hombre desaparecido, y que su asesinato fue realizado, presuntamente, por los dos detenidos.
A la cárcel
La mujer, de 51 años, y el hombre, de 53, han sido detenidos como presuntos autores de un delito de homicidio doloso, y otros dos delitos de tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, ya que en la casa se encontraron 300 gramos de hachís y un revólver. El Juzgado de Instrucción nº 4 de Almería, que se ha hecho cargo del caso, ha decretado su ingreso en prisión.
Al tercer detenido, un hombre de nacionalidad lituana y 45 años, se le imputa un delito de encubrimiento, y ha sido puesto en libertad con cargos.
Conclusiones de la investigación
La investigación, que ha sido sumamente compleja al carecer de indicios de partida, pone de manifiesto dos rasgos que caracterizan a los agentes de la Guardia Civil. El primero, que todas las investigaciones se realizan con la misma tenacidad y disposición, independientemente de la raza, sexo, religión, opinión o circunstancia personal o social que tenga la víctima.
Y el segundo, y no menos importante, que independientemente de las dificultades que rodeen el caso, o el tiempo que dure la investigación, la Guardia Civil no descansa hasta que no se resuelve.
Equipos
La investigación ha sido llevada a cabo por el equipo de Policía Judicial de Almoradí, la Sección de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Alicante, el quipo Central de Inspecciones Oculares del Servicio de Criminalística de Madrid, el laboratorio de Criminalística de Almería y el Servicio Cinológico de Madrid.