Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Policía Holandesa, han localizado en Navarra a una mujer marroquí que fue sometida a un régimen de semiesclavitud, durante tres años, en Holanda.
Procedente de una zona deprimida de Marruecos, fue captada en su país y trasladada a los Países Bajos, donde la explotaba una familia con jornadas maratonianas, en labores domésticas y en el cuidado de niños, sin contrato laboral ni permiso de residencia.
El padre de la víctima había cerrado un acuerdo con los explotadores, para ceder a su hija y recibir directamente los escasos emolumentos que le pagaban. La relación que existía entre las familias era casi feudal, hasta el punto de que después de abandonar su régimen de explotación y llegar a España, la mujer tuvo que pedir permiso a la familia holandesa, para poder contraer matrimonio. Tras varias denuncias e investigaciones, la Policía Holandesa ha identificado a otras dos víctimas explotadas por la misma familia y ha arrestado a tres personas de nacionalidad marroquí. Se trata de un matrimonio y la madre de la esposa.