La primera señal se produjo el sábado, sobre la 16:30h, cuando un barranquista terminó la ruta del Foz de Fago (Huesca) e informó de que había un grupo importante de excursionistas que no habían llegado al final del recorrido, lo que le hizo sospechar que podían haber tenido algún problema, por la gran cantidad de agua que llevaba el barranco debido a las fuertes lluvias caídas.
Guardias civiles de Ansó
Los guardias civiles de Ansó fueron hasta el aparcamiento cercano a las zonas de entrada y salida del barranco, donde encontraron varios coches aparcados que indicaban que había personas en el barraco. Contactaron con las empresas de turismo activo, para saber si algún grupo estaba en problemas. Una de ellas les dijo que uno de sus guías no había llamado, pero que el retraso no era, en ese momento, preocupante.
Aviso a la Unidad Aérea
La patrulla avisó a la Unidad Aérea con personal de refuerzo de la Sección de Montaña de Jaca, para sobrevolar la zona, por si hubiera alguna persona en apuros. Al llegar al barranco, desde el helicóptero vieron que el barranco llevaba muchísimo caudal por las tormentas que se habían producido por la mañana en la parte alta. Durante el recorrido visual desde el helicóptero consiguen ver a 3 personas que hacían atrapadas en el barranco y refugiadas en una pequeña cavidad.
Primeros intentos
Mediante un ciclo de grúa de 55 metros, el máximo de capacidad, intentaron acceder hasta los barranquistas, sin conseguirlo; la siguiente maniobra fue arrojar una cuerda, el guía, al especialista de montaña, para que pudiera llegar a la cueva; y lo consiguió. Allí, localizó al guía con otros 8 barranquistas a su cargo y 2 personas más que también descendían el barranco y se habían unido al grupo, ya que no se podía continuar el descenso por el caudal y fuerza de la corriente.
Comida y calor
Todos estaban ilesos, aunque tenían ligera hipotermia, por lo que se les proporcionó comida y bebida caliente, mantas térmicas y abrigo. Mientras, el caudal del río continuaba ascendiendo, siendo imposible que fueran recogidos mediante ciclos de grúa y siendo imposible salir del lugar por otro medio.
Especialistas de Jaca
Entonces, el helicóptero se dirige a Jaca, a recoger a dos especialistas más de montaña y más material, para intentar instalar cuerdas en una nueva maniobra de rescate, pero la noche se echó encima y el helicóptero tuvo que dejar a los agentes en una repisa, a 120 metros por encima de la cueva donde se encontraban los barranquistas.
Tirolina de urgencia
Los especialistas instalaron las cuerdas y llegaron a los excursionistas atrapados, en torno a las 01:00h del domingo, proporcionándoles más abrigo y comida caliente; luego, instalaron una tirolina, por si el caudal aumentaba y llegaba a cubrir la cueva, poder abandonar el lugar, a pesar de ser una maniobra delicada de realizar sin luz y dada la altitud de la pared.
Amanece
Tras pasar la noche en la cueva sin que el caudal aumentase, y ya con las primeras horas del día, se podía observar cómo la cantidad de agua y la fuerza había remitido. El helicóptero volvió al lugar y, mediante 7 ciclos de grúa, ha evacuado a 11 personas, en un rescate de gran complejidad.