El juez instructor ha ordenado el bloqueo de las cerca de 700 cuentas abiertas en distintos bancos de España, con más de 100 identidades falsas, además de enviar a la cárcel a los últimos 14 arrestados y acusados de estafar más de 8 € a distintas administraciones públicas españolas y a particulares. El dinero era transferido a Alemania, República Checa, Rumanía, Hungría, Italia y Polonia, o lo sacaban en los cajeros.
Los agentes de la Policía Nacional, lMossos d´Esquadra y la Policía de Rumanía, con la participación activa de Europol y Eurojust, han dado con una auténtica multinacional del fraude y la estafa, con sede en Rumanía y células en todos los países de Europa.
Hospitales, ayuntamientos consorcios…
El tinglado piramidal que se habían montado los investigadores lo dividen en dos: las estafas a administraciones públicas y las cometidas a particulares. En el primer caso, requería para su realización una cualificación técnica considerable. Los detenidos tenían entre sus víctimas a hospitales, ayuntamientos, consorcios…, sobre los que hacía un estudio para conocer los contratos que tenían con sus proveedores y subcontratas.
Se hacían pasar por las subcontratas
Suplantaban la identidad de la empresa con la que tenían pendiente algún cobro y le comunicaban que habían cambiado su número de cuenta, remitiéndoles los documentos bancarios falsificados, donde se certificaba el cambio de cuenta, que estaba puesta a nombre de una ‘mula’. Una vez que las entidades realizan los pagos, los investigados retiraban o transferían los importes, excepto cuando la entidad bancaria detectaba el posible fraude con tiempo suficiente para bloquear la operación.
Alquileres inexistentes
Las estafas realizadas a particulares eran cometidas a través de Internet y seguían distintos patrones, entre los que se encuentran phishing bancarios, estafas de compraventa online y estafas en alquileres. Esta última modalidad era la más utilizada. Los arrestados localizaban en distintas plataformas de alquiler anuncios de inmuebles para copiar sus fotos y publicarlos con otras referencias. Una vez las personas interesadas llegaban a un acuerdo facilitaban a las víctimas un número de cuenta, donde ingresar una mensualidad y la fianza. Cuando tenían el dinero, desaparecían.
En Valencia, el jefe español
El responsable del entramado en España, afincado en Valencia, se dedicaba a controlar las células que actuaban aquí, vigilar el dinero obtenido y asegurar su reparto. En el registro de su domicilio ha sido desmantelado un sofisticado taller de falsificación de documentos. Allí se elaboraban los múltiples contratos, justificantes bancarios y las cartas de identidad falsificadas, que se entregaban a las ‘mulas’, en cuanto llegaban de Rumanía, para abrir cuentas bancarias donde recibir los fondos defraudados.
Testaferros
Otro entramado financiero que habían montado en España, fue crear empresas sin ningún tipo de actividad, a nombre de testaferros, para blanquear el dinero de las estafas obtenido en nuestro país y en otros de Europa, principalmente Alemania. La persona responsable de la creación del entramado ha sido detenida, junto a varios de sus testaferros, todos españoles