La investigación se inició a finales del año pasado a raíz de algunas informaciones recogidas por la Ertzaintza que apuntaban a un matadero ilegal en la comarca de Aiara y a distribución sin control de carne destinada al consumo humano.
El grupo, desmantelado ahora, llevaba funcionando unos cinco años y contaba con una explotación ganadera en la localidad de Aiara. Además de criar ganado vacuno y ovino, el recinto era utilizado como matadero ilegal donde se sacrificaban vacas y ovejas, principalmente sin los permisos administrativos ni controles sanitarios. Ese ganado era ofrecido por propietarios de Bizkaia y Cantabria. Se trataba de animales que no tenían salida en el mercado legal y para los que buscaban un rendimiento en el mercado negro. Se estima que semanalmente daban muerte a una media de dos vacas y veinticinco cabezas de ganado ovino.
El grupo contaba con integrantes dedicados a la comercialización y distribución de esa carne, que en su mayoría iba destinada a domicilios particulares de Bilbao y Vitoria, entre otras localidades. Algunos bares y establecimientos de alimentación recibían también periódicamente partidas de esa mercancía. El transporte se llevaba a cabo en vehículos particulares sin refrigeración ni las necesarias medidas sanitarias. Los desechos animales eran trasladados y abandonados en su mayoría en una sima ubicada en la zona de Peña Angulo, en el norte de Burgos.
Tras meses de investigación y seguimiento, la Ertzaintza culminó la operación el 17 de mayo. Así, en la granja se detuvo a cuatro personas: los dueños de la explotación y otros dos hombres. En el momento del arresto los cuatro se encontraban dando muerte a varias ovejas.
Ese mismo día se detuvo en Vitoria a otro hombre, que está considerado como el encargado de la distribución a particulares de una parte de la producción ilegal. Asimismo, en Karrantza se practicaron otros dos arrestos, en este caso de hombres que al parecer suministraban de forma habitual ganado para ese sacrificio ilegal.
La Ertzaintza registró la vivienda de los dos principales implicados e intervino material y documentación relevante para el caso. También se inspeccionaron cuatro establecimientos donde se vendía al público esa carne ilegal: tres en Vitoria y uno en Bilbao.
Los siete arrestados han pasado a disposición judicial, donde se ha decretado su puesta en libertad y tres de ellos, con obligación de presentarse periódicamente en dependencias judiciales. Los implicados cuentan con edades de entre 32 y 59 años, tres de ellos con antecedentes, uno de 43, por violencia de género, hurto y quebrantamiento de orden de alejamiento; otro de 48, por amenazas, violencia de género y maltrato animal; un tercero de 59, por amenazas, agresiones y daños.
La Ertzaintza mantiene la investigación abierta.