Trabajar con las ventas aseguradas. Esto es lo que se propusieron 4 miembros de una familia, distribuidos entre Cáceres y Badajoz, que anunciaban en Internet cualquier maquinaria instalada en las estaciones de agua o en las antenas de telefonía, y cuando tenían un posible comprador, iban, lo robaban y lo vendían.
Queda claro que de electricidad y chismes algo saben.
Claro que, las instalaciones quedaban hechas un cisco y dejaban de suministrar agua o cobertura de comunicación, a cuantos vecinos se benefician de estos servicios.
La Guardia Civil les atribuye 22 robos en municipios de la comarca de La Serena, donde se apoderaron de grupos electrógenos, baterías, focos, aires acondicionados, cuadros de mandos y acumuladores de energía.
Se les vincula al robo en 12 repetidores y 10 estaciones de agua de diferentes municipios pacenses, cacereños, cordobeses y ciudadrealeños. La mayor parte (17 robos) en la provincia de Badajoz, todo valorado en unos 120 euros, más daños.