Agentes de la Policía Nacional han intervenido, en un local de un centro comercial de Calahonda (Málaga), un Proveedor de Servicios de Internet que ofrecía, sin autorización y a través de sus webs, un servicio de suscripción a más de 100 canales internacionales de televisión de pago, entre ellos los de la liga inglesa de fútbol.
Vendían a hoteles, bares, comunidades de propietarios y particulares, dispositivos ‘vitaminados’, para recibir la señal decodificada, junto a distintos contratos anuales y paquetes de contenidos audiovisuales.
La premier
La investigación se inició a raíz de una denuncia, suscrita por un representante legal de The Association Football Premier League, contra una entidad mercantil que estaba ofertando sin autorización y a través de las webs de las que es titular, un servicio de suscripción a canales de pago entre los que se encontraban aquellos de los que es titular la liga inglesa de fútbol.
El representante de la Premier manifestó a los agentes que se había personado en un local que la empresa denunciada poseía en un centro comercial de la localidad malagueña de Calahonda, y una vez allí, los empleados le mostraron los servicios que podían ofrecerle, que consistían en comprar un dispositivo para recibir la señal decodificada y en una suscripción anual a un paquete de canales de pago.
El representante también facilitó como prueba un dispositivo y una suscripción Premium, que había adquirido por 450€ en el establecimiento de la empresa denunciada.
Dispositivos ‘vitaminados’
Los investigadores comprobaron que estaba que el dispositivo estaba preparado para que el cliente lo conectara al router y a la televisión, para ver los canales sin necesidad de instalar un software específico, de manera que podía acceder a más de 100 canales internacionales.
Los agentes llegaron hasta dos ciudadanos ingleses y comprobaron que aprovechaban la capacidad técnica y logística que les brindaba su empresa, dedicada a servicios de telecomunicaciones para, de una manera muy rentable y de forma ilícita, proporcionar a sus clientes el acceso a canales de pago, a cambio de una cantidad de dinero muy inferior a la de mercado.
La presencia de una amplia población extranjera en la provincia de Málaga, donde tenían su actividad, les brindaba una buena oportunidad de negocio. Entre los clientes a los que se ha comprobado que prestaban servicio se encontraban tanto personas particulares como hoteles, bares y comunidades de vecinos.
Intento de destruir pruebas
Durante el registro del local, los agentes comprobaron las medidas de seguridad con las que contaba el local, dotado con un sistema de vídeo grabación, que permitía a los responsables controlar a sus empleados desde Reino Unido, donde residen en la actualidad.
Este control era ejercido de forma tan exhaustiva, que en el momento de iniciarse el registro intentaron, de manera remota, la destrucción de los archivos relativos a pagos y a la clientela, pero los investigadores lo impidieron.
10 empleados
En el momento del registro se encontraban en el local cinco de los 10 empleados de la empresa, entre ellos el administrador de sistemas, que era el encargado de proporcionar el acceso ilícito a los canales. También estaba un técnico informático, responsable de preparar los dispositivos, y tres responsables de ventas.