Los fajos de billetes guardados en la caja fuerte, menguaban. Cada vez había menos dinero en los montoncitos que una familia tenía para sus necesidades. En la residencia trabajaban dos empleadas de hogar que, cuando sus patronos notaron el hurto, se convirtieron en sospechosas número 1 del delito.
Puestos a la investigación los guardias civiles de Palma del Condado (Huelva), dieron pronto con la autora del robo de 63 euros y una cantidad de joyas que no han sido valoradas. Las alhajas las vendió el marido, así es que, los dos detenidos comparecieron ante el juez.
El magistrado ha condenado a la empleada a “20 meses y 2 días de prisión, sentencia que quedó suspendida a 2 años, en los cuales no puede cometer ningún delito, debiendo pagar a la perjudicada las cantidades que faltan”.