La Policía Nacional ha desarticulado a un grupo organizado que, bajo las siglas de una ONG, realizaba falsos contratos de trabajo a ciudadanos senegaleses.
La operación comenzó cuando se detectó un considerable aumento de renovaciones de permisos de residencia y trabajo de ciudadanos de Senegal, en base a contratos de trabajo como empleados de hogar, jardineros y similares.
Los investigadores comprobaron que detrás de todos esos contratos se encontraba una ONG de Mallorca y que en la mayoría de los casos, las personas que contrataban a empleados de hogar o jardineros, carecían de ingresos suficientes para poder pagar a esos empleados o simplemente no tenían jardines.
Las personas que obtenían de esta forma su primer permiso de residencia o acababan de renovar el que tenían, se convertían en empleadores de otros senegaleses, que poco antes estaban en la misma situación de irregularidad administrativa.
Los agentes policiales investigaron a las personas que, de esta forma fraudulenta habían conseguido un permiso de residencia y comprobaron que, o bien no trabajaban, o bien se dedicaban a la venta ambulante, o pasaban buena parte de su tiempo en Senegal, yendo y viniendo para cumplir los plazos de residencia.
Se comprobó que la cabeza visible de la ONG era un senagales, nacionalizado español, y que bajo su dirección se encontraban varias personas, algunas de su familia.
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La dinámica de la asociación se basaba en el asesoramiento, para que los senegaleses obtuvieran la residencia. Desde la asociación se alentaba a los compatriotas a firmar contratos como empleados del hogar, sin prestación real de trabajo. A los senegaleses que obtuvieron la residencia falseando los contratos se les ha imputado el delito de falsedad documental.
90 euros
Las investigaciones realizadas arrojan indicios suficientes para creer que se trata de un grupo organizado que, desde el amparo legal de una asociación, exigía a sus miembros el pago de cuotas a cambio de proporcionar asesoramiento para regularizar su situación en España. De momento se han observado ingresos que ascienden a unos 90 euros.
Algunos de los dirigentes de la ONG desconocían que su firma fuera utilizada para actos ilegales, y participaban en la asociación de manera altruísta.
La asociación también recogía enseres y dinero donados por personas, por entidades (camisetas de algún destacado club de fútbol) y por otras ONG, y que debían tener como destino ayudar a senegaleses en su país. Los investigadores tratan de constatar a donde fueron esas donaciones, ya que al parecer no llegaron a sus destinatarios.
Hasta la fecha han sido detenidas medio centenar de personas, entre ellos los cinco componentes de la cúpula.
La operación ha sido desarrollada por la UCRIF (Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsificación Documental) en la que ha colaborado la Oficina Única de Extranjería.