Ha ocurrido en Bonares (Huelva), cuando dos vecinos denuncian en el cuartel. A uno le faltan 40 gallinas y 15 palomas; y a otro, 5 gallinas, una motobomba y un pastor eléctrico.
Los guardias civiles de Bonares se ponen a investigar y resulta que encuentran que, un vecino de Rociana del Condado, tenía 33 de las gallinas sustraídas, incluida una con un tatuaje identificativo. Aunque no lo llevara, las gallinas reconocen a sus cuidadores y los dueños a sus gallinas. Por el momento, no han aparecido las palomas: ¡señor, dónde vamos a ir a parar!