La Policía Nacional detenía en Málaga a un joven de 16 años tras comprobar que maltrató y robó a un compañero de su clase durante varios meses. Según las investigaciones, el acosador habría actuado con dos amigos, pero serían los que “le ríen las gracias” al agresor.
El acosado tenía marcas de patadas en el muslo, las cuales propinaban cuando querían divertirse y hacerle daño. También tenía que aguantar cómo le desaparecían objetos personales y almuerzos.
El chico se negó a ir a clase, harto de los abusos. Fue ahí cuando la madre conoció que su hijo recibía insultos, agresiones y vejaciones por parte de varios compañeros suyos.
No obstante, no sería el único menor al que acosaba; tenía a varios alumnos acobardados. Su escenario principal era el patio del colegio, donde les obligaba a darle dinero “para comprarse un bocadillo”, según fuentes cercanas a la investigación.
Esta acusado de un posible delito contra la integridad moral, amenazas y robo con violencia.