¿Qué te parece éste cartel? Lo pregunto, porque cuando lo miro me cuestiono: ¿quiénes somos?, ¿qué queremos? El abuso de mostrar el cuerpo femenino ¿nos hace más libres?, ¿más iguales?, ¿ayuda a conciliar la vida laboral con la familia?, ¿reduce la brecha salarial?, ¿pone a la mujer en mayor número de puestos de responsabilidad?, ¿suma respeto?
En algún lugar me he perdido: sinceramente, no entiendo nada. Si para recuperar los derechos que nos asisten, tenemos que enseñarle al mundo como es nuestro cuerpo, cuando el mundo lo tiene más que sabido; y no solo no aporta nada en ninguna dirección, sino que nos entierra en ese pozo del que parece no queremos salir.
Si no somos capaces de superar el reclamo del desnudo (más viejo que el mear), ¿vamos a ponernos, en algún momento de la historia, en el lugar que nos pertenece?, o es que, ¿hay corrientes empecinadas en sustraernos indefinidamente lo nuestro, para reclamar lo nuestro?
De todas las imágenes que pueden ilustrar el 8 de marzo, el Ayuntamiento de Sant Lluis (Menorca, Baleares) ha decidido que ésta es la mejor. Así nos va.