El verano está tocando a su fin. Si bien septiembre y octubre son meses donde se casan un gran número de parejas, a la vez son los más elegidos para las rupturas y los divorcios.
"Al principio todo era muy bonito" "Disfrutad los primeros años que son los mejores" "Como se nota que todavía están recién casados que aún se llaman cariño" "Yo estaba muy enamorado" Es muy probable que hayas escuchado alguna de estas frases u otras similares e incluso tú las hayas pronunciado.
La palabra crisis deriva del griego krisis, que significa juicio y decisión. La crisis es una gran oportunidad para la pareja. Nos viene a mostrar que no se puede mantener el sistema antiguo y que estamos entrando en un proceso de profunda transformación y crecimiento. Puedes tomar la opción de dejarte sorprender por esta situación y que tu primera reacción sea derrumbarte, culpar a tu compañero y no parar de quejarte o bien aceptar, agradecer y prepararte recorrer el camino con humildad y motivación ante el cambio.
A continuación lee atentamente los siguientes Tips y selecciona los que necesites para integrarlos en tu relación desde ahora.
No idealizar el amor
Las relaciones están constituidas por personas reales e imperfectas. El objetivo de la pareja es hacernos conscientes no felices. La felicidad es nuestro derecho de nacimiento y sólo cada uno somos responsables de ella. Aquello que me está molestando del otro tengo que observarlo en mí para poder sanarlo. Mi pareja es mi maestro y debo ponerle mirada a aquello que me refleje.
Tener expectativas sobre él puede dañarnos enormemente. Es habitual escuchar en una pareja en crisis a uno de los dos expresando que el otro le ha decepcionado o que ha cambiado. En este caso tengo que revisar con franqueza qué expectativas había puesto sobre la otra persona. En muchas ocasiones vertemos nuestras frustraciones, miedos y carencias sobre la pareja en vez de centrarnos en evolucionar nosotros.
Una relación equilibrada está constituida por dos personas adultas y autónomas que crean un vínculo en el que ambos experimentan un
continuo aprendizaje y crecimiento. Si alguno de los miembros o ambos no han trabajado en sanar sus heridas de la infancia individualmente, me encontraré enfrente a un niño herido, no a un adulto.
No sacar a la luz en cada conflicto los errores o problemas del pasado
Ahora seamos sinceros. De las veces que hemos discutido, cuántas hemos solucionado el conflicto? En primer lugar, si estamos dominados por la emoción no es el momento más adecuado para la conversación. Es más aconsejable esperar a que se nos pase la ola emocional. Cuando estamos agitados no podemos escuchar y respondemos para defendernos. Nos sentimos atacados.
Debemos sentarnos juntos y en calma para observar los frentes que tenemos abiertos en nuestra relación y en qué estado se encuentran: poca, moderada o gran importancia. A continuación expresar cómo nos sentimos individualmente en cada una de las situaciones antes mencionadas. Se debe evitar absolutamente juzgar al otro, ya que estoy hablando de mí exclusivamente.
Respetar la libertad del otro
Este punto es fundamental para disfrutar de una relación armónica. Somos seres individuales viviendo en pareja. Habrá parcelas y gustos comunes y otros no. Amar incondicionalmente significa permitir al otro que sea plenamente, que se pueda mostrar sin filtros, silencios u ocultando cosas por miedo al enfado…
Abrazar sus debilidades y acogerle. Admirar sus fortalezas. El amor es dinámico, fluye, revolotea, se nutre de
evolución… Obedeciendo fielmente a la costumbre el amor puede estancarse y experimentarse como una
cárcel. Poco tiene esto que ver con el amor en plenitud sino más con la dependencia y la carencia. Por lo tanto: no te necesito,
te elijo.