Gracias a la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) y al Ayuntamiento de Almuñecar, 47 animales que residían en el zoo sexitano de Peña Escrita, han sido trasladados a centros de rescate de Bélgica y Holanda, tras haber sido encontrados en pésimas condiciones. Entre ellos se encontraban dos leonas, ocho coatís, dieciocho puercoespines, un papión y dieciocho lémures. Juan Carlos Benavides, ex alcalde de la ciudad sexitana, promovió hace más de diez años la apertura del zoo con una gran variedad de especies. Bien, dichos animales no solo fueron arrancados de su país de origen para ser exhibidos ante el público, sino que fueron abandonados a su suerte sin tener los cuidados necesarios. Algunos de estos no estaban registrados, no se controlaba la cría entre ellos y, para más inri, el parque era ilegal.
Todos estos detalles no parecieron importarle a nadie, hasta que el Ayuntamiento pasó a ser gobernado por el Partido Popular y las constantes llamadas de socorro de algunos animales tuvieron respuesta. Otros no tuvieron tanta suerte y murieron antes de ser rescatados.
Puede que este relato se haya escuchado muchas más veces pero en diferentes escenarios. Lo que quiero recalcar es la mirada de alguno de los animales que allí vivían, suplicando que alguien les sacara de aquel infierno, en el que había días que no recibían ni agua. No son piedras, están vivos; no pueden hablar, pero se comunican; no saben decir lo que les pasa, pero sienten y padecen como nosotros.
[Sumario]
En la descripción del zoológico nos incitan a visitar las cebras, canguros, camellos… Bueno, pues me gustaría que alguien me dijera su escondite, porque allí no había ni rastro de estas especies. En cambio si había grandes osos revolcándose en un agua vomitiva, verde de sus propias heces, con toda clase de porquería. Para mi asombro, también había lobos albinos, famélicos y con un miedo terrible a cualquier persona que pasara por su lado. Como estos, muchos más que pude ver con mis propios ojos. El único elemento que era imprescindible en aquel recinto eran varias personas que cuidaran de los animales que habían sido puestos en aquel lugar por un capricho, sin pensar en nada más que un gran beneficio económico, que gracias a la indignación de los ciudadanos, no consiguieron obtener.
No termino de entender cómo alguien puede tener tan poco corazón y desentenderse de algo que él mismo ha decidido crear. Cómo las personas somos tan desalmadas y pasamos por encima de animales que el único delito que han cometido ha sido el de nacer.
Y, para terminar, doy las gracias personalmente a FAADA y al actual Ayuntamiento de Almuñecar por hacer esta gran labor con el patético zoo de Peña Escrita.