Repasemos algunas de las medidas del protocolo que se han propuesto por el Ministerio y con las que todas las Comunidades Autónomas han estado de acuerdo.
Lavado de manos, mínimo cinco veces al día. Algo necesario para protegerse de la Covid-19. Ahora bien, ¿se harán turnos para que cada aula salga al lavabo y no coincidan varias clases? Porque recordemos que únicamente hay lavabos dentro de las aulas en las estancias de infantil, y no en todas. Otra cuestión, ¿habrá alguien contratado para desinfectar los lavabos cada vez que cada uno de los grupos vaya a hacer su lavado de manos? Hagan cuentas, cinco veces (mínimo), 20/25 niños/as, multiplicado por la cantidad de aulas que correspondan a cada lavabo.
Mascarilla a partir de los 6 años. Los niños/as pasarán entre 5/6 horas en el colegio, sino más, cada niño/a deberá utilizar más de una mascarilla quirúrgica (las más baratas) al día. Suponiendo que las familias tengan entre 2 y 3 hijos/as, hagan cálculos del gasto semanal. Quizás no parezca mucho dinero, pero para algunas familias, lo es, supone un desembolso que no se pueden permitir, ¿qué pasará en esos casos? Posiblemente que reutilizarán la mascarilla mucho más de cuatro horas, perdiendo ésta su eficacia, es decir, sería como si no las llevaran.
Distancia de 1’5m. Esta norma está basada en colegios modélicos inexistentes. Los centros educativos no son escuelas militares. Si ya es difícil mantener a un niño/a sentado durante varias horas (no está en su naturaleza permanecer tantas horas sin movimiento), más lo va a ser mantenerlo paralizado y apartado de sus compañeros/as.
Por supuesto en todas estas medidas se han olvidado por completo de los niños/as con necesidades educativas especiales, con los que hay que mantener un tratamiento de mucha más cercanía y con más flexibilidad. O los niños/as que viven en un entorno familiar desestructurado, y que reclaman la atención que no reciben en su casa, retando a docentes y compañeros/as. ¿Mantendrán los niños/as las distancias cuando se peleen?, ¿obedecerán sin rechistar que les obliguen a lavarse las manos, llevar la mascarilla y no acercarse a sus compañeros, tal y como obedecen cuando se pide silencio?
En otro momento hablaremos de por qué para acudir a un centro ambulatorio, o a realizar algún trámite en una Administración hay que coger cita previa y así no provocar colapsos, pero no utilizamos el mismo rasero para un colegio. ¿Por qué se exige a los niños/as una responsabilidad y una conciencia que parece que los adultos no son capaces de asumir?
La escuela presencial es esencial, en especial para no abrir más la brecha social que ya de por sí existe. Pero el colegio no es un espacio seguro, libre de virus, que no nos vendan humo, los protocolos quedan perfectos escritos en un papel, la vida real es otra cosa.
