Una vez más, y ya sucedió tras la crisis económica global de 2008, se está volviendo a poner de manifiesto, el grado supremo de insolidaridad de los países del norte de Europa, con respecto a los del sur, destacando especialmente Alemania, cuyo PIB representa el mayor de la Unión Europea.
LA INSOLIDARIDAD TAMBIÉN SE REPRODUCE ANTE LA GRAVE CRISIS SANITARIA DEL CORONAVIRUS
Si tras la crisis de 2008 se llevó a cabo por parte de los países del norte de Europa, una persecución lamentable en relación al grado de afectación que tuvo la crisis financiera global, y por extensión aunque fuera en menor medida, también afectó a los países del norte, ahora, en plena crisis sanitaria del Coronavirus, que se traduce también en crisis económica, se está volviendo a reproducir esa insolidaridad repugnante por parte de Holanda, Austria, Finalandia, pero especialmente de Alemania.
LA CRISIS DEL CORONAVIRUS, ES UNA CRISIS SIMÉTRICA
Esta crisis del Coronavirus, con su extensión en la economía, es una crisis de carácter simétrico, ya que está afectando a todos los países por igual, sean europeos o a nivel mundial.
Ante esto, lo que se requiere por parte de la Unión Europea, es una respuesta común y contundente para tratar de afrontar los enormes costes económicos y sociales que va a producir.
En estos momentos se está produciendo un combate político entre los países del sur, encabezados por España e Italia, y que también están siendo los más afectados por esta crisis sanitaria; y los países del norte, encabezados por una Alemania que se cierra en redondo a implementar una medida como los coronabonos, que servirían para dar una respuesta fiscal común y fuerte para afrontar esta crisis.
EL FUTURO DEL PROYECTO EUROPEO, EN RIESGO
Si en los próximos días o semanas, Alemania no cambia su posición, y se abre a que Europa camine por la senda de la solidaridad entre países, especialmente en momentos de gran dificultad como éstos, el proyecto europeo se encamina a su ruptura definitiva. Ya quedó tocado ante el golpe financiero que le impuso a Grecia por parte de las instituciones europeas, y después se afectó todavía más con la salida del Reino Unido.
Por tanto, es fundamental que Alemania, y su primera ministra, Ángela Merkel, reflexionen y que no siga con esta indignante insolidaridad hacia el resto de países europeos en esta grave crisis que nos afecta.
Es especialmente repugnante, ya que a Alemania se le vuelve a olvidar, la solidaridad que tuvo el mundo con ella, cuando gracias a la cancelación de la mitad de las deudas de Alemania, ese país pudo reconstruirse tras una Segunda Guerra Mundial, provocada por ella, y que causó una de las mayores tragedias para la Humanidad.
O recuerda su pasado en la historia, o Alemania será la única responsable de la ruptura definitiva del proyecto europeo, ya que sin la existencia del principio fundamental de solidaridad entre países, no tiene sentido su existencia.