Marga Font Roig, asistente de contratación en Der Touristik, expresa su rabia y solidaridad con sus compañeros en esta carta, que merece la pena leer.
“Hace 5 años dejé Thomas Cook. Empecé una nueva aventura, pero siempre estaré agradecida por lo mucho que aprendí y los amigos que hice y mantengo. Ahora que el coloso ha caído, quiero solidarizarme con todos y cada uno de est@s compañer@s que han depositado ilusiones y esfuerzo, para ver que en 72 horas todo se iba al carajo.
Me indigna no haber escuchado todavía a ningún representante político ni mucho menos a la cúpula de lumbreras de la empresa haberse dirigido a estos trabajadores. Mucho hablar de los clientes, por supuesto hay que facilitarles su regreso, pero no he escuchado un PERDÓN a los que se han roto los cuernos por la empresa.
Qué pasaría si una vez que te acomodas en el trono de hierro y te llevas bonos y beneficios a mansalva, se te exigiera firmar un seguro de responsabilidad civil para tener que dar cuenta de tus errores con tu patrimonio? Sale muy barato saltar al vacío con el paracaidas bien puesto mientras a tus trabajadores les dices: saltad y que Dios os pille confesados.
Ánimo compañer@s, sois profesionales valios@s y saldréis de esta encrucijada que NO habéis provocado”.