Las próximas elecciones generales del 28 de abril en España, van a ser históricas no solo por la trascendental decisión de elegir un nuevo gobierno, sino también porque van a servir para determinar el rumbo de las políticas que decide nuestro país.
En esta cita electoral se va a decidir fundamentalmente entre dos caminos: El primero, con la posibilidad de la formación de un gobierno progresista integrado por el PSOE y Unidas Podemos; el segundo, con el riesgo posible de la constitución de un gobierno de la derecha: PP y Ciudadanos, de la mano de la extrema derecha de Vox. Fórmula que lamentablemente para nuestro país ya se hizo una realidad tras las elecciones autonómicas en Andalucía.
POR LA MEMORIA DEMOCRÁTICA DE LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA
Ya no es solo que la significación de la formación de un gobierno de la extrema derecha supondría un retraso profundo en políticas sociales y económicas que afectarían a los colectivos más desfavorecidos, y por tanto harían más grande la brecha de desigualdad que ya puso en marcha el PP con sus políticas de recortes sociales sistemáticos desde 2011;
sino también porque a la mayoría de la ciudadanía progresista de este país, nos haría recordar un periodo de nuestra historia que significó por parte de la ultraderecha de este país, la destrucción del gobierno democrático de la Segunda República y la imposición de una Dictadura tras guerra civil, que duró casi 40 años.
Por esta rezón, la de la memoria democrática de la Segunda República, y otras ya citadas anteriormente, es fundamental que el votante progresista de distinta sensibilidad no se quede en casa en las elecciones generales del 28 de abril, y se decida por ir a votar ya que no solo nos jugamos el rumbo de las políticas sociales y económicas en los próximos años, sino también está en juego la propia esencia de la democracia española de impedir a los herederos del fascismo y a las fuerzas conservadoras que no tienen problema en aliarse con ellos, de que nuestra sociedad no sufra ni un milímetro la vuelta al retraso en libertades, igualdad y justicia social.