Muchos lugares siguen sin entender que el rugby se asocia a violencia o deporte violento. Un ejemplo de ello fue un cartel de un debate que se celebró esta semana sobre la masculinidad. Una ponencia donde se hablaba de la cultura de la violación o la violencia.
Desde mi experiencia como periodista, persona que practicó el rugby en el colegio, este deporte transmite todo lo contrario. Todo el que pertenece al rugby sabe que más que un deporte, es un estilo de vida. El rugby da valores a la persona como la amistad, el compañerismo, el respeto a los demás o el trabajo en equipo y la superación.
Por ello, el rugby sirve de modelo para muchas sociedad como la integración de personas. Un deporte donde surgen proyectos para trabajar con cárceles y ayudarlas en su reinserción, como los proyectos de la Escuela Madiba en Madrid o los Espartanos en Santander. Actualmente, el rugby se extiende gracias a la Federación Española de Rugby a los colegios con el proyecto Get Into Rugby, donde 200 centros educativos tendrán el rugby como deporte.
De este modo, el rugby aporta muchos valores no sólo como deportista, sino como formación de la persona. Unos clubes, jugadores y personas dedicadas a este deporte que se esfuerzan en nuestro país con el objetivo de superarse cada día más. Un estilo de vida que es una familia y una comunidad donde todo el mundo aporta su grano de arena para que el rugby crezca más en nuestro país. Por todo ello, el rugby es un estilo de vida y un deporte cuyos valores deben de estar más presentes en la sociedad.