Nos hemos vuelto locos o no sabemos controlar las situaciones. Porque estamos a un paso de dejar al país sin leyes. La Ley de la calle es la que está imperando. Deberíamos poder vivir en un país donde poder confiar en las instituciones. Con un sistema judicial consolidado. Ahora en la calle se proclama que no son cinco los que están condenados, sino el sistema. Pues sí, el sistema falla. Y falla porque no actuamos en consecuencia. Porque actuamos a nuestro libre albedrío. Y cuando la Ley nos cae encima, nos llevamos las manos a la cabeza. Ahora se propone la reforma del Código Penal. ¿Es esa la solución?. Pues no. No es la solución, puesto que cada cierto tiempo se está modificando. ¿Se va a seguir modificando cada vez que se cuestione su eficacia?.
La sentencia a “La Manada” no es de buen gusto, pero es la que es.
El “No es No” no se tiene que aplicar a golpe de sentencia. Tiene que ser la sociedad, a través de sus valores y educación, la que dé sentido a la violencia sexista. Fiestas, celebraciones, acontecimientos, eventos… situaciones donde las mujeres estamos expuestas al sexismo.
España siempre se ha caracterizado por ser una sociedad machista. Cambiemos ese valor. Construyamos una sociedad igualitaria, donde no impere el poder del hombre sobre la mujer, en ningún sentido. Tenemos entre todos que construir un país libre de agresiones y abusos sexuales. No se trata de comportamiento entre hombre y mujer sino de concienciación social. Una mujer tiene que sentirse y ser libre y segura cuando sale a la calle. El comportamiento social tiene que ser ejemplarizante.
Me parece indignante que las mujeres tengan que salir a la calle a manifestarse para reivindicar sus derechos. Unos derechos que socialmente ya tendrían que estar superados. Porque vivimos en sociedad, en comunidad y las normas de convivencia deben ser conocidas y aplicadas por todos, hombres y mujeres.
En mi opinión, a estas alturas de la evolución del país, nos hemos quedado estancados. Las instituciones escuchan, empatizan, sienten y apoyan. Pero que una niña de 20 años necesite el apoyo social para que se le haga justicia, me parece vergonzoso.
Los valores tienen que afianzarse, y la educación es fundamental. Debemos seguir para adelante, pero con conocimiento, a ser posible.
Y que a partir de ahora, el “No es No”, quede como algo del pasado, algo puntual porque el sexismo se haya acabado.