Si es cierto lo que cuenta OK Diario y los policías recibieron, vía teléfono, esa orden, cuando estaban en el cuartito del super de los robones, tal vez se pasa por alto cómo se funciona en los áticos de algunas comisarías, parece. Si es cierto, subraya un vínculo férreo entre el poder, los CFSE y, por ende, tal vez, la Justicia. ¿Si estás en el sillón eres intocable? Y, cuando estás, ¿sabes que te puedo poner y quitar cuando quiera? Pues, casi, nos ahorramos los dineros que nos gastan en ir a votar, mal que sea para pagar los hurtos de unos y otros (por activa y por pasiva). ¿Quién dijo: “Que la pongan inmediatamente en libertad”? , ¿el que desconoce la Ley?, ¿el que dirige a un equipo de funcionarios y les ‘invita’ a no cumplirla? El incidente tiene el clásico objetivo nacional de “te mato y te remato”, con la prueba guardada hasta nuevo aviso, que cumplen a golpe de pito los que están en el ajo y los que no tienen otro remedio. Pero, el catálogo español de pillerías está a buen resguardo en la cueva de Alí Babá. El arte de distraer de la realidad tiene mimbres para ser deporte olímpico. Cuanto más (turismo), menos (empleo); cuanto menos (peor pagado); por que, cuanto menos (posibilidad de subsistir), más (poder tenemos) y cuanto más (les engañamos), menos resistencia.
Voy a ser breve. Facultativos y profesionales de la sanidad están hasta los pelos de la desorganización, orquestada por los tentáculos políticos. Los docentes han terminado por aspirar a un puente y dos vacaciones, para aguantar el día a día que les acontece. Los amparados por una ley de dependencia, dependen de ellos. Los agentes forestales, bomberos y otros, salen a trabajar sin medios, ni orden ni concierto (del ático). Autónomos que son eso, autónomos, del contribuir con el riguroso 30% (y calladito que te meto mano). Los funcionarios que tienen a salvo su honor, no se libran de la tiranía (del ‘otro’ colado por la puerta del ático). Un país agrícola, en el que han arruinado el sector primario; un país con un océano, dos mares y dos archipiélagos, sin pesca. Un país de sol que cobra por el sol, con una fauna extraordinaria (depauperada), con una flora envidiada (devastada), una población formada (parada), una jubilación desigualada (entre los miles inconfesables y los 400 pelados), unas infraestructuras pagadas tres y cuatro veces; un país donde se echa a la calle a quien paga impuestos, se persigue a quien cumplen con la norma, se desprecia el currículo, se encarcela “por lo que a mí me da la gana”, mientras come gambas con las dos manos bien persignado, no es un país enfermo; es un país muerto (con manadas que acechan en la noche). Lo breve, dos veces bueno.