Está claro que hay que rodearse de los mejores en esta vida si queremos que nos vaya bien en cualquier ámbito en el que nos movamos. Si montamos un negocio, necesitamos de los mejores profesionales para ser competitivos y que nuestra inversión sea rentable; si queremos una buena educación para nuestros hijos, debemos elegir a los mejores maestros; nuestra salud la depositamos en las manos de los profesionales sanitarios más experimentados, o eso se supone; y nuestros problemas judiciales los depositamos en un bufete de abogados experto.
Ante cualquier problema debes saber a quién recurrir. Si necesitas de un abogado para un juicio rápido por alcoholemia, debes tener en cuenta la carrera profesional de aquel al que cojas para ver si te puede llevar bien o mal el caso y, en función de ello, decidir. Un profesional puede encarar un juicio de manera muy diferente a otro y, por lo tanto, en tu decisión inicial está la clave del éxito para discernir entre uno u otro abogado.
¿Cómo puedo elegir a un buen abogado?
Si estás muy perdido a la hora de decidirte entre un abogado u otro, aquí van unas claves para que empieces a decantarte. Lo primero de todo es la especialización del abogado, ya que es clave a la hora de dirigir y enfocar tu problema legal y su respuesta por parte del abogado. Cada uno de estos profesionales sabe más de un tema, por lo que deberás fijarte bien en cada especialización. Si tuviste un problema por alcoholismo, no vas a pedir ayuda a un abogado laboralista porque no será su campo de actuación. Además, la experiencia del abogado es muy importante. Es uno de los pilares a la hora de tomar la decisión entre un abogado y otro. Una buena forma de escuchar la opinión de la gente es las referencias que tenga el abogado, las experiencias previas de clientes que estuvieron en una situación similar a la tuya. Y, ya que estás mirando, fíjate también en el grado de éxito que tiene ese abogado en su área para hacerte una idea de cómo podría irte con él.
Como es lógico, escoge a un abogado que te pille cerca de casa porque el juicio se dilatará en el tiempo y tendrás que visitar a tu abogado de vez en cuando. Además, te recomendamos que no cojas a un abogado que no te sepa contestar a todas las preguntas que le plantees en la primera consulta, la primera toma de contacto. Solo así podrás forjar una relación de confianza.
¿Qué es un juicio rápido?
Un juicio rápido es un proceso penal especial por el que se enjuician delitos castigados con una pena, una condena de cárcel, que no supere los cinco años u otro tipo de delitos que no supere los 10 años. Son los juicios más rápidos y que se resuelven de manera más sencilla.
Los delitos que se tratan en estos juicios rápidos son lesiones, coacciones, amenazas o violencia física o psíquica cometidos contra una persona… También hurtos u robos, con o sin violencia, delitos contra la seguridad de tráfico, daños del artículo 263 del Código Penal o contra la salud pública del artículo 368, así como delitos flagrantes relativos a la propiedad intelectual o industrial recogidos entre el artículo 270 y 275 del Código Penal.
Como habrás visto, es súper importante conocer bien a qué te enfrentas para pedir ayuda a los profesionales. Dependiendo de la materia, elegirás a uno o a otro. Solo tienes que ponerte en sus manos y dejar que te lleven el caso de la mejor forma posible. Gracias a su profesionalidad y rigor, te ayudarán y podrás superar tus problemas legales a la mayor brevedad con el mayor de los éxitos posibles.