En los tiempos que corren, para algunos buenos, para otros no tanto, es clave saber repartir adecuadamente nuestros ingresos. ¿Te habías planteado alguna vez cuánto debes destinar a gastos fijos, a ahorro y a gastos variables? Pues con esta sencilla regla del 50/20/30 aclararás todas esas dudas.
El 50 por ciento irá destinado a los gastos básicos y no a los fijos. ¿por qué esta diferencia? Porque un gasto básico puede ser la vivienda (hipoteca o alquiler), luz, agua y no lo es estar suscrito a una revista u otro servicio del cual posiblemente ni disfrutes. Es decir, es un gasto que se ha convertido en habitual para ti pero que no tiene sentido ni uso.
Gastos hormiga: cargos pequeños que no te suponen nada por sí mismos pero sumados entre sí, te quitan un gran pellizco
¿Qué son los gastos básicos? Como hemos señalado anteriormente esos que tienes que pagar si o si. Luz, agua, vivienda, transporte, comida. Estos no debes dejarlo nunca de pagar para darte un capricho. Es decir, no dejes de estar al día con estos recibos para irte de vacaciones. Y lo que es más importante, siempre tiene que salir de tu sueldo y no de las engañosas tarjetas de crédito. Una vez que ya tengas claro tus gastos básicos será el momento de eliminar esos gastos hormiga, es decir, esos cargos pequeños que no te suponen nada por sí mismos pero sumados entre si pueden llegar a quitarte un buen pellizco de tu sueldo.
El 20 por ciento siguiente lo emplearemos en algo tan importante como es el ahorro. ¿No consideras el ahorro importante? Pues siento decirte que es vital. A lo mejor ahora solo te planteas vivir al día pero tener un colchón para posibles imprevistos y mirar más allá es necesario. Piénsalo ¿para cuántos de tus sueños necesitas el dinero? Casi todos ¿verdad? Pues empieza a destinar ese 20 por ciento para que el día de mañana no necesites acudir a un préstamo (devolviéndolo con sus correspondientes intereses) y tú, en definitiva, seas tu propio banco. ¿Suena bien verdad? Pues depende exclusivamente de ti empezar.
El 30 por ciento final será para esos gastos personales que van saliendo mes a mes. Estos pueden ser, comprar ropa, ocio, eventos del tipo cumpleaños u otros. Muy importante, no estás obligado a gastarte el 30 por ciento. SI no lo haces, añádelo al 20 por ciento que comentamos anteriormente.
¿Te vez capaz de cumplir esta regla? ¿Cuáles la excusa para no hacerlo?