Perspectivas de éxito del comercio online
Son muchos los factores que han influido en la consolidación del comercio online, o e-commerce, como uno de los más populares y solicitados en la sociedad. A pesar de la comprensible frontera que puede erigirse entre el usuario y la tienda online, debido a las dudas sobre la seguridad al realizar un pago virtual, este modelo de negocio ha trascendido su limitación a la juventud para ser generacionalmente universal. Siendo la mayor capacidad de stock de todo tipo, comodidad y funcionamiento casi siempre las 24 horas grandes activos por los que la naturalización del comercio online es ya, más que una innovación, un miembro más de nuestra economía.
Con todo, el marketing, en su estricta versión online, sigue surtiendo efecto, y de gran poder, en la era del e-commerce. Sujeto siempre a cambios que cursan según el flujo de preferencias del consumidor, y cuyos ejemplos de persuasivo marketing en el mercado servirán para vertebrar las tendencias de tu tienda online hacia una tangente de éxito y reconocimiento. En ese sentido, cabe echar un vistazo a la competencia y a su incorporación de nuevos modus operandi o estrategias a fin de mantener siempre actualizada la tienda. Entendiendo, con ello, que en el camaleónico y volátil terreno de lo virtual mantenerse al día es asegurar tanto la popularidad, como la credibilidad.
Todas las estadísticas apuntan a un imparable crecimiento de las tiendas online, situando el alza de sus ventas desde 2005 de un valor de 1’67 millones de dólares a 3’55 billones en 2019. Un aumento estrechamente vinculado a la mejora de muchas de las prestaciones de los smartphones, previendo alcanzar un 73% en 2021. Algo sólo posible, quizás, gracias a la evolución de la sociedad hacia una interacción en cierto modo más virtualizada y menos abierta al contacto directo. Metamorfosis que parte de los beneficios de una compra mejor personalizada y, por ello, donde el consumidor siente poseer un mayor control sobre sus operaciones de compra.
La tienda online frente al coronavirus
Del mismo modo que la paulatina reducción del contacto directo nutre la salud del e-commerce, situándonos en el ahora, el COVID puede dar un impulso a este método de compra. Algo que, de hecho, ha logrado. Revalorizando todavía más el sector del negocio online a causa de las restricciones de aglomeramientos y al cierre temporal de las tiendas físicas durante la pandemia. Una situación que, pese a parecer en un primer término inasumible para la economía, ha dado de fruto, o le ha otorgado la merecida etiqueta, una mayor noción sobre la importancia del e-commerce tanto en situaciones cotidianas, como excepcionales.
En España, este, en realidad breve, periodo de tiempo en cuarentena ha propiciado un crecimiento del 62% en la venta por Internet. Siendo necesario recalcar que el comercio online no sólo ofrece una gama limitada de productos de un sector muy específico del mercado, sino que es posible adquirir alimentos y otros productos de primera necesidad. Quedando ya lejísimos aquellos primeros inicios del comercio online donde las compras acotaban su radio a la electrónica, productos de edición limitada o de otros países que era prácticamente inconcebible comprar aquí. Un hecho que manifiesta abiertamente el lujo de la ubicuidad que la globalización permite.
Pero del mismo modo que el comercio online parece tener al viento soplando siempre a su favor, la empresa virtual, sea o no minorista, debe hacer frente a los retos que la constante actualización de la sociedad extiende a sus múltiples hábitos. Prueba de ello, con el coronavirus, son la cantidad de restaurantes que se han sumado a los servicios de entrega de sus platos. Habilitando previamente un sistema de contacto y compra online de su menú para sobrevivir a la crisis económica que supone el virus. Demostrando que, sea por voluntad propia o a la fuerza, el futuro augura en el comercio online su mejor baza y nicho de mercado.
Otra forma de interacción: Redes sociales y realidad aumentada
Siempre existirán detractores que minusvaloren la labor del comercio online frente al comercio clásico. Con especial intención por cuanto se refiere a la incapacidad de evaluar el producto directamente y, por tanto, la incertidumbre sobre si éste, en cuanto llegue a las manos del cliente, habrá supuesto una compra certera o fallida. No obstante, y dada la previsión de un gasto del 71’6% en realidad aumentada (RA) hasta el 2022, la tienda online del mañana incorporará RA para acercar muchísimo más a su cliente al producto ofrecido. Trascendiendo la rigidez de la imagen fija y permitiendo, con la realidad aumentada, una mejor inmersión en el producto.
Del mismo modo, persiguiendo también la satisfacción del usuario, el e-commerce cada vez tiene más peso en las redes sociales. Un canal de comunicación idóneo para popularizar un proyecto y, por lo tanto un negocio. Y con el que, además, dar al consumidor acceso a contactar directamente con la tienda, siendo posible incluso opinar sobre su producto en los comentarios de una publicación. Una nueva naturaleza del comercio electrónico que, junto con los beneficios de este medio, puede sacar partido de las redes sociales empleándolas para publicitar de forma barata su producto o dejar que el consumidor los comparta por sí mismo.
De las insondables minas de todo futuro avance tecnológico la tienda online seguirá extrayendo sus piedras más preciosas. Evolucionando para convertirse, algún día, quizás, en la forma de compra más preferida y valorada por el consumidor. Ante un mañana que pinta incierto debido a las incidencias víricas como el COVID-19, junto con una creciente población que buscará en la soledad su descanso de la saturación, la interacción con el comercio apunta a una dirección muy clara. Pero mientras tanto, que toda tienda online, por el bien de su prolongación a través del tiempo sin espacio que es la red, adapte a sí todo cuanto pueda hacer de su cliente un cliente irrefutablemente satisfecho.