Las opciones de inversión aumentan cada día. En la actualidad, los inversores tienen a su disposición gran cantidad de herramientas y productos para negociar al tiempo que esta actividad sirve como método de financiación para emprendedores.
Una de esas opciones de inversión que crece y gana fama en los últimos años es el crowdlending, que nace como fórmula derivada del crowdfunding. Desde mediados de los años 90 y hasta la actualidad, esta fórmula de financiación e inversión ha pasado de los círculos culturales al ámbito empresarial, cambiando la denominación de crowdfunding a crowdlending.
En un inicio, el crowdfunding era una tipología de financiación que se aplicaba a recaudar los fondos necesarios para pequeños proyectos artísticos o culturales. Todavía hoy muchos representantes del mundo de la cultura acuden a esta vía para sus nuevos lanzamientos.
Las personas que respaldaban estos proyectos eran los mecenas, particulares que aportaban su dinero como una donación o bien con el fin de conseguir una recompensa no en forma de dinero.
Con el paso de los años, este concepto de financiación ha ido evolucionando y ha dado paso a nuevos modelos, y destaca entre ellos el crowdlending.
¿Qué es y cómo funciona el crowdlending?
El crowdlending es un método de financiación que consiste en ofrecer pequeños préstamos a empresas por parte de particulares. Los particulares se convierten así en inversores de este proyecto y reciben a cambio una devolución con un tipo de interés o bien una participación dentro de la empresa que solicita la financiación.
Este vehículo es, a la vez, un método de financiación y de inversión. La empresa que lo solicita se financia a través de estas cantidades mientras que los particulares que participan son los inversores de los proyectos empresariales.
Las barreras para acceder a los proyectos de crowdlending suelen ser muy bajas, pues hay algunos casos en los que para participar basta con aportar solo 10 euros. No obstante, lo habitual es que esta barrera se sitúe en torno a los 50 euros, y de ahí a cantidades mayores.
Para ser exactos, los proyectos de crowdlending pueden ser de dos tipos: crowdlending de empresas (peer to business -P2B-) y crowdlending de personas (peer to peer -P2P-).
¿Cuáles son los consejos más relevantes para invertir en crowdlending?
La primera recomendación al iniciarse en esta actividad es informarse bien sobre la plataforma de crowdlending, consultando las comisiones o las tasas que cobran a los inversionistas.
Es importante también elegir el tipo de interés y el riesgo de la operación. Como cualquier canal de inversión, existe un riesgo asociado, de modo que conviene estudiar bien el proyecto previamente y valorar el ratio rentabilidad-riesgo, que va a depender de la calidad crediticia de la empresa solicitante.
Por otra parte, hay que valorar qué es lo más conveniente en cada proyecto: inversión a corto plazo o inversión a medio o largo plazo. Los procesos de inversión a corto plazo no han de superar un factoring de más de 90 días.
En el caso de invertir a medio o largo plazo, hay diferentes tipos de opciones, incluyendo los préstamos con Buyback (Garantía de Recompra en caso de impago), préstamos con Garantías Hipotecarias y préstamos de crowdinvesting, una variante del crowdlending enfocada a la inversión de alta rentabilidad por proyectos. Si estás interesado en conocer más detalles sobre el crowdlending, sus tipologías y mejores plataformas, siempre puedes visitar fuentes como TodoCrowdlending.com, la página de referencia en castellano para todo lo relacionado con la inversión en préstamos.