Las cajas de madera industriales juegan un papel clave en todo el proceso de transporte. Además de cumplir los estándares de calidad para el embalaje industrial, protegen perfectamente la mercancía embalada dentro del contenedor. La madera es capaz de adecuarse al peso y volumen de las piezas y es apta para transporte marítimo, terrestre o aéreo.
Las cajas de madera para transporte son contrachapadas, completamente cerradas y muy resistentes, ofreciendo así la máxima protección para sus bienes con un embalaje sólido y fiable. Sus cualidades previenen cualquier tipo de daño durante las operaciones de transporte de los productos embalados. La madera, además de ser la opción más ecológica, es un material fácilmente reparable: de romperse alguna de las piezas podrá sustituirse de forma sencilla sin tener que recurrir a la sustitución del producto completo.
Además, este tipo de embalaje industrial aporta al cliente una presentación que remite a los valores de tradición y origen, siendo respetuosa con el medio ambiente. Gracias a las propiedades naturales de la madera, que actúan como regulador de la humedad, las cajas de madera son capaces de conservar fresco el producto durante más tiempo. La estructura porosa de la madera es un inhibidor físico de las bacterias, lo que convierte a las cajas de madera industriales en un embalaje de transporte higiénico y perfectamente apto para entrar en contacto con alimentos, ya que limita la presencia de bacterias en ellos. Este tipo de características también son importantes en el caso de las mercancías que tienen que permanecer durante periodos largos de tiempo en almacenaje.
Por otro lado, es esencial conocer las características y ventajas que ofrece cada embalaje de madera y poder escoger el que más se adapta a nuestras necesidades. Este tipo de soluciones de madera no sólo son aptas para el embalaje industrial y el transporte de bienes de equipo, sino también para otras mercancías como cámaras frigoríficas, cableadoras, envasadoras, etc.
Un aspecto esencial a tener en cuenta a la hora de elegir la caja de madera industrial adecuada, es saber por dónde viajará la mercancía. En el caso del transporte terrestre, las bases de madera son una buena solución, ya que permiten tamaños voluminosos de carga, donde no es necesario un nivel de protección muy elevado. Es el caso, por ejemplo, del transporte mediante camiones o furgonetas.
En el caso de transporte marítimo y aéreo encontramos dos opciones: las jaulas y las cajas. A diferencia de las cajas de madera industriales, las jaulas sí permiten ver el interior de la mercancía y se pueden compartimentar en base a las necesidades del cliente. Las cajas, en cambio, son completamente cerradas, por lo que ofrecen la máxima protección de la mercancía, incluso en contenedores flat rack.
Además de estas soluciones, también existen los soportes de madera, que son el embalaje industrial adecuado para cualquier tipo de transporte, ya que se adaptan perfectamente a la forma de la mercancía para ofrecer un trincaje más sólido del mismo, incluso con el uso de fundas, con las que son totalmente compatibles.
Por último, se debe tener en cuenta que, independientemente del tipo de transporte que se escoja, tanto las bases y las jaulas, como las cajas de madera industriales se pueden reforzar con fundas de aluminio, plástico o VCI sellado térmicamente que dan una protección adicional a la mercancía, convirtiéndose en los embalajes industriales más apropiados, sostenibles y responsables tanto para su mercancía como para el medio ambiente.