Desde que el ser humano comenzó a organizarse en comunidades y sociedades el ejercicio del Derecho empezó a cobrar su papel protagónico. Su función original es regular las conductas del hombre a con el fin de que no comprometan negativamente su relación con el entorno.
Su evolución fue convirtiendo al Derecho en un constructo cultural que permite a los individuos interactuar entre sí armónicamente, ya que establece una serie de reglas, derechos y obligaciones para el cumplimiento de todos, además determina penas en el caso del desvío a esas normas.
Por ser algo natural, en tiempos antiguos las personas se agrupaban y tenían un líder que empíricamente señalaba las pautas a seguir. Al ir cobrando más importancia el Derecho en la organización social y en la construcción del orden jurídico que estableciera los valores de las comunidades, surgió la figura del abogado por su rol esencial.
Así como ha nacido infinidad de profesiones ante la necesidad de formar talento humano para la ejecución de diversas actividades fundamentales, la del abogado tiene una importancia capital, toda vez que es quien tiene la responsabilidad de funcionar como mediador entre la aplicación de los instrumentos legales establecidos en el sistema jurídico de toda sociedad y los individuos.
El abogado es amplio conocedor del recurso más fuerte y único que nos permite desenvolvernos en una sociedad cada vez más justa y correcta: la ley, y al ser ésta de un gran alcance, ellos han ido adaptando diversos perfiles que nutren su amplio campo profesional.
Pero a pesar de los matices que pueda tener su función, un abogado siempre será un defensor por naturaleza, más aún de los menos favorecidos. Es interceptor y colaborador ante las posibles desventajas que puedan tener, ante otros, determinadas personas.
Servicio y asistencia integral
Y en la tónica de describir los amplios alcances del ejercicio profesional del Derecho, es importante recordar el servicio que prestan y los valores que deben tener todos quienes escogieron esta noble profesión, los que se ven reflejados en cómo desarrollan su actividad laboral.
Muchos abogados ganan el grueso de su experiencia en afamados despachos que se han levantado con base en sólidos pilares que sostienen el compromiso inquebrantable de satisfacer los requerimientos de quienes a ellos recurren.
Un claro ejemplo de la asistencia integral y completa que se debe prestar en el área legal es el de este bufete de abogados de Madrid, que cuenta con un multidisciplinario grupo de profesionales especializados en diferentes ramas que van desde la inmobiliaria, penal, bancaria, civil, laboral y un largo etcétera.
La eficacia de un despacho de abogados también radica en la rapidez, la que suele ser una de las principales solicitudes de los clientes. Los procesos judiciales que son solucionados cuanto antes, generan menos complicaciones y mejores resultados. Un caso que se llega a complicar o, en el peor de los casos a enquistar, genera un desgaste psicológico y físico que nadie desea.
El ámbito deportivo no es la excepción
El ejercicio del Derecho va mucho más allá de la relación que se establece entre un profesional y un cliente que supone un beneficio para ambas partes. El abogado es promotor de la paz y la conciliación social por naturaleza, así que sus preceptos, su actuación y sus aportes en diversos ámbitos son de gran importancia para la construcción de la sociedad que todos queremos.
Y bajo esta premisa el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) se ha propuesto apoyar luchas legítimas por mantener la transparencia y la integridad en los distintos ámbitos del quehacer social y legal y en todas las instituciones, participando en jornadas que promuevan el debate y generen aportes de valor.
Un tema que ha copado la atención en la actualidad es el de la ilegalidad en el mundo deportivo, tras la investigación que se adelanta por la supuesta implicación de jugadores del equipo de fútbol del Real Valladolid en un presunto amaño que se habría pactado para el partido en contra del Valencia, caso que se ha denominado Operación Oikos.
Tal situación ha puesto en el tapete este tema tan controversial, razón por la que recientemente se desarrollaron las jornadas Integridad en las competencias deportivas: corrupción, amaños y apuestas, en las que participaron destacados juristas, así como los más importantes representantes de la liga.
En este evento tuvo una trascendental participación el gremio de abogados de la capital española, que es firme defensor de que se mantenga fiel y estricta la integridad en el mundo deportivo y se combata sin cuartel la lacra de la corrupción.
Hubo planteamientos muy certeros como lo que comentó el decano del Colegio de Abogados de Madrid José María Alonso, quien señaló que es menester ser especialmente rigurosos en todo lo que se refiere a los amaños deportivos, toda vez que son actuaciones evidentemente defraudatorias en una industria de gran alcance como lo es el fútbol, que genera 2% del Producto Interno Bruto (PIB) de la nación, por lo que es fundamental y preciso poner coto.
También tuvo una intervención muy enriquecedora Javier Tebas, presidente de la Liga Española, quien señaló que aunque no se podrá erradicar al 100% el delito de los amaños, están trabajando en eliminarlo en la mayor medida posible.
Por su parte, Carlos Schneider, jefe de Disciplina y de la Secretaría de la Cámara de Investigación de la FIFA, indicó que el hecho de que el mundo de las apuestas mueve unos 1,4 trillones de dólares al año, influye en que 1 de cada 14 jugadores de fútbol a lo largo de su quehacer profesional reciba al menos una oferta para amañar un encuentro.
En este sentido, considera el directivo que todo lo relacionado con las apuestas deportivas es otro ámbito en el cual hay que prestar especial atención, así como el hecho de que los jugadores de fútbol profesional cobran menos de 1 dólares al mes y tres tercios menos de 4.
