El pasado 16 de mayo, en la Universidad de Almería, se presentó el último producto de la marca Labin, resultado de un estudio y ensayos que se han desarrollado durante los dos últimos años.
Las conclusiones, presentadas por el Doctor Miguel Urrestarazu del Departamento de Producción vegetal de la Universidad de Almería, muestran una serie de ventajas que son aportadas al cultivo frente a los que no siguen estas técnicas basadas en el silicio.
Diseñado para corregir las carencias y mejorar los cultivos, está formulado para que el silicio sea activo, asimilable y disponible por parte de la planta para beneficiarse de sus características y mantenerlo sin que pierda eficacia durante su almacenaje. Toda esta complejidad técnica es lo que ha hecho que se involucre también la Universidad.
El Labin Fertisil, el producto resultante, garantiza el aporte óptimo de silicio vía radicular, indicado especialmente para fertirrigación. Los ensayos realizados en pruebas de cultivo en invernadero demuestran que, con la aportación del producto, se consigue más de un 10% de crecimiento vegetativo en cinco especies: tomate, pepino, pimiento, lechuga y melón.
“A esto hay que sumar que confiere resistencia mecánica en cuanto al estrés hídrico en los cultivos, consiguiendo los resultados esperados con un 20% menos de agua; resistencia ante ataques de hongos e insectos, puesto que la precipitación del silicio en las paredes celulares actúa como capa protectora; además, mejora el estrés por presencia de metales pesados y, también hemos constatado, que ayudaba a la regulación de nutrientes” explica desde Labin la responsable del departamento técnico, Cristina Blanch.
Tras el estudio en la Universidad, también pueden asegurar que no existen efectos secundarios ni en la planta ni en el suelo de cultivo.