Durante mucho tiempo, la chirimoya ha sido una de las frutas tropicales más consumidas en España. Típica en los meses de otoño, la mayor parte de su producción se concentra entre septiembre y diciembre. Sin embargo, el auge de este tipo de frutas ha ido en aumento en el país, por este motivo, los cultivos de chirimoya se han visto relegados a un segundo plano, por otros como el aguacate, el mango o el níspero.
La chirimoya se cultiva en zonas subtropicales de ahí que la mayor parte de sus cultivos se concentren en la provincia de Málaga y en parte de Granada, si bien es cierto que Canarias también reúne las condiciones climáticas y de suelo óptimas para cultivar esta fruta. Las principales zonas donde, desde hace tiempo, se ha cultiva la chirimoya ha sido sobre todo en la región malagueña, en municipios como Nerja, Torrox, Vélez-Málaga y Frigiliana, entre otros. Sin embargo, la reducción de la superficie de cultivo para esta fruta ha sido notable en estas zonas, al igual que en el conjunto de Andalucía.
Asimismo, en la costa de Granada también se cultiva bastante esta fruta, en localidades como Motril, pero tampoco en esta zona ha corrido mejor suerte con sus cultivos.
¿Qué condiciones hacen falta para cultivar chirimoyas?
Principalmente, el cultivo de chirimoyas se ha concentrado en España en la zona costera entre Málaga y Granada, por sus condiciones climáticas. En este sentido, hay que tener en cuenta que esta fruta necesita un clima subtropical húmedo para su cultivo, debido a que es muy sensible a las temperaturas bajas, así como afecta negativamente a su crecimiento, cuando las temperaturas son demasiado elevadas. Por este motivo, un clima intermedio que mantiene unas temperaturas constantes y que cuenta con valores de humedad en torno al 70%, es el perfecto para cultivar chirimoyas, de ahí que estas zonas costeras del sur de España sean las mejores.
De igual modo, se cultiva mejor en zonas donde los suelos tengan un mejor drenaje y sean ricos en materia orgánica.
El aumento del cultivo de aguacates
En los últimos años, el consumo de aguacate se ha disparado en España, haciendo que la chirimoya, quede en un segundo plano. Las frutas tropicales cada vez son más demandadas y por ello, los cultivos han ido creciendo de manera notable.
Al igual que ocurre con la chirimoya, el aguacate necesita unas condiciones climatológicas especiales y precisamente, la zona costera de Málaga y Granada las cumple. El microclima subtropical que tiene es idóneo para cultivar aguacates y es por ello que ha aumentado el cultivo de esta fruta en esta zona y en otras de España.
De hecho, la superficie peninsular en la que se cultiva este producto, más allá de la zona costera del sur, llega a rozar el 20%, puesto que se está cultivando también en zonas como Canarias, Huelva, Comunidad Valenciana o Cádiz.
¿Qué pasará con la chirimoya?
Teniendo en cuenta el aumento de los cultivos de aguacates y que esta fruta necesita prácticamente las mismas condiciones climáticas que la chirimoya, muchos expertos piensan en qué pasará con la chirimoya en el futuro. En este sentido, se quieren poner sobre la mesa soluciones para no perder la riqueza de este cultivo.
Una de las ideas que se está barajando es ampliar las zonas de cultivo por la península, al igual que ocurre con el aguacate, de esta manera, se pueden diversificar más los cultivos y no perder hectáreas en favor de una u otra fruta.
Sin embargo, en todo este contexto se está planteando un problema y es que los cultivos en zonas específicas de Marruecos y Portugal están aumentando, por lo que, si el aguacate le gana la batalla a la chirimoya, puede que finalmente este producto deje de ser propio de España y pase a ser un producto importado.