Todo el mundo sueña con la casa de sus sueños: tener un hogar grande, acogedor, muchas habitaciones, un jardín muy grande en el que poder tener un porche, una barbacoa… Y una piscina. Pero cuando soñamos, no recaemos en los cuidados que tenemos que tener para poder usarla siempre que queramos. Es recomendable que tengamos una piscina cubierta para disfrutar de ella durante todo el año. No obstante, hay diferentes tipos de cubiertas y cerramientos para proteger la piscina de cualquier tempestad o efecto climatológico.
Una piscina requiere de unos cuidados mínimos para poder utilizarla: sustancias químicas para evitar que haya microorganismos en el agua, para reunir las condiciones mínimas de higiene… Y más si esa agua va a estar largos periodos en el mismo sitio en el caso de que tengamos una piscina climatizada. Esta es una muy buena forma de poder hacer deporte y tener un hobby, por lo que cubrir tu piscina del patio podría ser de las mejores decisiones que tomes en los últimos años.
¿Cuáles son las ventajas de cubrir mi piscina?
Son muchos los beneficios que te puede aportar tener una piscina climatizada. El primero de todos y más obvio es que no tendrás que verte obligado a bañarte solo en la época estival, sino que podrás despejarte dándote un agradable baño siempre que quieras. Además, podrás regular la temperatura del agua porque, al estar en un espacio cerrado, la piscina puede ser climatizada y puedes disponer el agua según tu estado de ánimo, tus necesidades o tu gusto.
Además, esto puede repercutir muy positivamente en tu salud: ante cualquier dolor de espalda o rehabilitación, puedes disponer de tu piscina para ir adelantando trabajo y no tener que depender de las sesiones que te ofrezcan los hospitales. Por ello, puedes montarte tu propio gimnasio en la piscina cubierta y compaginar ejercicios de fuerza, como pesas y abdominales, con aguaygym u otros deportes diferentes pero igual de efectivos para completar un entrenamiento completo. Así, no tendrás que gastar dinero en un fin de semana de SPA: lo tendrás montado en tu jardín.
¿Qué cerramientos y cubiertas puedes ponerle a tu piscina?
Hay diferentes tipos de cubierta y de mantenimiento para que cada cliente encuentre su bienestar particular reflejado en su piscina. Puedes poner una estructura muy alta para que cubra el espacio que tú quieras si vives en una zona fría para que se concentre una mayor parte del calor y poder modular la temperatura a tu gusto. También entra en juego el mantenimiento de la piscina: si se aísla con una cubierta, su mantenimiento será mucho más sencillo porque no habrá ningún tipo de elemento externo que afecte al agua de tu piscina y esto implicará un ahorro económico porque no tendrás que cambiar el agua cada año.
En función de si tu piscina es baja o alta, si es fija o móvil, podrás disponer de diferentes tipos de cubiertas que se adaptan a tus necesidades. La cubierta San Marino, por ejemplo, sustituye a la clásica lona de piscina que te permite usarla de muchas maneras. Está construida con aluminio y policarbonato celular. El modelo Le Mans, sin embargo, cuenta con una apertura central total o parcial que se puede desmontar o se puede dejar fijar. Está hecha con policarbonato transparente y es perfecta para un uso ocasional o permanente; se adapta a toda situación. Además, podrás cerrar en su totalidad o solo una parte de la piscina. Como verás, son todo soluciones a un problema menor.