Muchas veces, las personas encasillamos todo lo que nos rodea a un cierto uso o una cierta percepción. A lo largo de la historia, muchos de los instrumentos y objetos que se han usado han tenido varios usos. El ejemplo que antes se nos puede venir a la mente es el móvil: ha pasado de ser un objeto aparatoso con el que se llamaba a personas a tener decenas de utilidades y funcionalidades. Pues con otros objetos, como las bicicletas de montaña, ha pasado lo mismo.
Hasta hace unos años, las bicis eran concebidas como una mera forma de hacer deporte y de esculpir el cuerpo de cada uno. Sin embargo, en los últimos años se le han dado muchos usos y hay una gran variedad de modelos para elegir cuál va mejor con nuestro estilo de vida y el uso que le vayamos a dar. Por ejemplo: si solo quieres dar un agradable paseo sin hacer mucho esfuerzo, las bicicletas eléctricas pueden ser tus grandes aliadas.
¿Qué partido le puedes sacar a tu bicicleta?
Está claro que puedes hacer ejercicio con una bicicleta, pero eso es demasiado obvio. Puede ser así, pero tiene muchos más usos. Por ejemplo: puedes usar tu bici como método de transporte. Ya sea para ir al trabajo, a comprar, a recoger a tus hijos… La bicicleta es una forma sencilla y efectiva para no contaminar mientras que favoreces un nuevo método de desplazamiento. Para ello, tiene que ser una bicicleta cómoda con la que puedas estar un tiempo determinado sin necesidad de encontrarte incómodo a la par que no ocupe mucho espacio.
También la puedes usar como un aliado para hacer turismo. Sea en tu barrio, en tu propia ciudad o en un lugar desconocido, la bicicleta puede ser tu guía y compañera de viaje a partes iguales. Esa sensación de libertad y de dominio absoluto mutuo que te da montar en bicicleta te puede ayudar a despejar la mente y desestresarte para dar paso a un sinfín de vivencias y experiencias solas o acompañadas. Incluso podrás usarla como método de diversión y distracción con los pequeños de tu casa, con un amigo o con tu pareja. Pocas cosas crean mayor complicidad que un agradable paseo por un parque en bicicleta con esas personas especiales. Es una gran plataforma para fomentar el ocio e incluirla en tu día a día a la hora de invertir tu tiempo libre en algo saludable pero a la vez fácil de usar y de controlar.
Las ventajas de usar la bicicleta en tu tiempo libre
Aparte de ser testigo de tus momentos de diversión con los que te importan, montar en bicicleta te ayuda a estar en forma y a aumentar la capacidad de oxígeno que absorben tus pulmones. Sin embargo, más allá de los beneficios que le puede aportar a tu salud (menos pulsaciones cardíacas, bajada de peso…), hay mucho más. Por ejemplo: montar en bici aumenta la segregación de la hormona de la felicidad, la endorfina, por lo que estarás más alegre y podrás disfrutar de todo lo bueno que tiene la vida con los tuyos en un agradable paseo en el parque con tu bicicleta.
Además, te ayuda a liberar la mente. Así, eliminarás de tu mente todo pensamiento negativo y podrás poner en una balanza lo bueno y lo malo. La bicicleta es, en definitiva, una muy buena forma de aislarte un poco del mundo que te rodea y poder invertir tu tiempo en una actividad que te gusta y te llena porque te hace compartir muchos momentos con la gente que te quiere.