La naturaleza no para de sorprendernos. Con un clima tan afectado por el Cambio Climático, una de las cosas que nos preocupa principalmente son nuestros bosques, que debido a las altas temperaturas y la poca humedad, sufren cada año un gran número de incendios.
¿Qué son las plantas ignífugas?
El paisaje que queda después de un incendio es desolador, por eso, la sorpresa aparece cuándo en un lugar completamente calcinado aparecen áboles y plantas en perfecto estado. Esto ocurre por adaptación al medio y modificación en el comportamiento reproductivo de estas plantas, que les ha permitido sobrevivir a temperaturas extremas. Existen muchos tipos de plantas ignífugas o pirófitas cada una con su propia adaptación al medio, algunas de ellas deben su resistencia a la gran cantidad de agua que guardan en su interior o al grosor y la porosidad de su corteza, lo que les permite aislarse del fuego reduciendo mínimamente los daños producidos.
Uno de los árboles ignífugos más conocidos es el árbol Kiri o árbol de la vida, esta especie se distigue por su abundante floración de color Lila sobretodo en época primaveral, conocido por sus altos beneficios y por la capacidad de absorber más Co2 que cualquier otra especie.
A pesar de ser las mayores encargadas de absorver el Co2 de nuestro planeta, todos los años sufrimos la pérdida de millones de especies de plantas y árboles de nuestro mundo debido a los incendios, la mayoría, consecuencia del Calentamiento Global. Estas plantas han tenido que evolucionar y aprovecharse de las propias cenizas para nutrirse y crecer.
Otras plantas ignífugas
Otras especies se han adaptado para renacer después del incendio, a pesar de los daños producidos en su parte superior y siendo su parte inferior la menos afectada, logran volver a brotar,de una manera más fuerte y nutriéndose de las propias cenizas ocasionadas por los incendios.
Las plantas que brotan el bulbo tras el incendio son capaces de almacenar agua y proteger los nutrientes de las altas temperaturas gracias a la corteza que recubre este y así volver a rebrotar. Estas plantas están diseñadas para soportar incendios de media magnitud.
Después de una zona arrasada por los incendios, existen alternativas a la reforestación del lugar, una de ellas es la germinación mediante semillas, que son liberadas al contacto con el suelo caliente lo que les permite germinarse y nutrirse de la cenizas, ya que no tienen competidores.
Árboles Ignífugos más conocidos
- Uno de los árboles pirófitos más conocidos es el pino. Las piñas de los pinos tienen un mecanismo que cuando alcanzan grandes temperaturas estallan, liberando al entorno todos sus piñones sin sufrir daño alguno, permitiendo así la rebrotación de nuevos árboles.
- Los cipreses también se consideran árboles ignífugos ya que no se suelen acumular ramas o troncos en el suelo, gracias a la dureza de su madera. Su hojarasca es muy compacta y guarda humedad, impidiendo así que el árbol arda rápidamente.