Pues bien, teniendo en cuenta el ritmo frenético en el que vivimos en la época actual, es importante conocer acerca de los masajes orientales y todos sus beneficios. El estrés, el cansancio y la fatiga son síntomas de la vida moderna, y, al fin y al cabo, un masaje cada cierto tiempo ayuda a aliviar todas esas tensiones y a relajar músculos a los que castigamos de forma inconsciente.
Los masajes orientales se caracterizan por emplear en sus tratamientos técnicas sensitivas cuya misión es aliviar el estrés y numerosos dolores o desequilibrios corporales; todo ello acompañado de una dieta equilibrada, ya que el objetivo de este tipo de masajes es encontrar el ansiado equilibrio entre la mente y el cuerpo, con la única finalidad de restablecer el flujo natural de la energía vital. Así que, acudir a un centro de masaje oriental parece ser hoy en día, una de las mejores soluciones para volver a sentirnos bien con nosotros mismos, en todos los sentidos.
Clases de masajes orientales:
– Shiatsu: quizá sea el más conocido de los masajes orientales. En él el terapeuta utiliza la presión de los pulgares, dedos y palma de la mano para trabajar sobre el cuerpo de la persona.
– El Hilot Filipino: este masaje tradicional de las islas Filipinas se basa en el conocimiento científico del cuerpo y en la religión. Así, a través de él se masajean músculos, huesos, tendones y ligamentos, añadiendo a la experiencia oraciones, gestos y plantas para establecer una conexión con la energía que fluye en el universo.
– Reflexología podal: esta técnica terapéutica basada en la estimulación de puntos sobre los pies, se basa en masajear de forma indirecta o refleja los órganos, músculos u otras partes del cuerpo a través de los pies, recibiendo un estímulo curativo.
– Tui-Na: es un tipo de masaje oriental en el que no se usan cremas, ni aceites ni lociones. En él se realizan ejercicios de estiramientos para corregir los discos y los dolores de huesos por medio de técnicas manuales enfocadas al cuello, cervicales, espalda y piernas.
– Lomi Lomi: los terapeutas especializados en el lomi-lomi siguen técnicas ancestrales hawaianas, muy similares a ciertos movimientos de la osteopatía y d- e la quiropraxia; buscando la estimulación de aquellos puntos de mayor tensión muscular y emocional, para lograr una relajación total.
– Zhi-Ya: este masaje promueve la liberación de la tensión muscular y la circulación sanguínea. La presión se realiza mediante pequeños pellizcos en las partes del cuerpo donde es necesario.
Sus beneficios:
Con este tipo de masajes vamos a lograr una relajación total, y, además, estos masajes equilibran los sistemas nervioso, respiratorio y digestivo, favorecen la circulación sanguínea, tonifican la musculatura, evitan la retención de líquidos y, por consiguiente, favorecen el drenaje linfático y la eliminación de toxinas.
Por esta razón, cada vez son más las aplicaciones médicas que se le atribuyen a estos masajes:
– Dolores musculares, de espalda, lumbalgias o ciáticas.
– Ansiedad, insomnio, estrés, depresión o estados de nerviosismo.
– Migrañas y cefaleas.
– Fatiga y agotamiento crónico.
– Problemas gastrointestinales.
En definitiva, mejoran el estado general de nuestro organismo, ya que nos relaja, nos ayuda a liberar tensiones y reduce nuestro grado de estrés, tanto el físico como el emocional. Así que, ¿a qué esperas para darte uno?