La sociedad está tomando conciencia a buen ritmo del daño que se le causa al medio ambiente, y los fabricantes de productos de limpieza e higiene (un ejemplo es www.shalbaida.com) ofrecen una gama de artículos libres de elementos contaminantes y que surgen del reciclado. Como resultado la sociedad obtiene una mayor sostenibilidad y cuidado del planeta.
¿El papel biodegradable hace la misma función?
Ahí surgen muchas de las dudas del consumidor y la realidad es que los procesos de elaboración se han perfeccionado hasta el punto de que las servilletas o el papel higiénico ecológico son de un material suave, esponjoso, resistente y biodegradable. Las fibras recicladas de celulosa a las que solemos llamar papel reciclado no solo cumplen su función con la misma efectividad sino que además este tipo de papel respeta el medio ambiente en sus materias primas y todos sus procesos de fabricación. Pero no todas las ventajas son para el planeta, pensando en la higiene de nuestro cuerpo es mejor elegir un tipo de producto que no este fabricado con químicos a la larga perjudiciales para la salud.
Requisitos de los productos ecológicos
Los criterios ecológicos más relevantes se basan en la baja toxicidad, biodegrabilidad, impacto en medios acuáticos y ecosistemas, ausencia de componentes peligrosos y alérgenos, impacto medioambiental en cuanto a reciclaje y materiales empleados, uso de recursos naturales y energía, entre otros factores.
Ideas biodegradables para el hogar
Todos los detalles cuentan, sobre todo los pequeños gestos que podemos realizar cada día. Un ejemplo del impacto del reciclaje casero es el hecho de que bastan seis cartones de leche para fabricar un rollo de papel higiénico.
Lo que se pretende con la limpieza ecológica es afectar lo mínimo a la salud humana y ambiental. Los procesos han avanzado mucho en los últimos años, y aún así estamos sobreexpuestos a la química, lo que da especial valor a lo natural o proveniente de lo natural.
Una alternativa a los productos desechables
El reciclado es una necesidad que pide a gritos el planeta. Aunque a diario se habla de reciclar, aún falta concienciación. Reciclar es darle vida a lo que ya se usó y evitar el gasto de nuevos recursos naturales, empezando por la reducción del consumo de energía en la producción de nuevas materias primas.
Depositar los productos en los contenedores de reciclado contribuye al medio ambiente más de lo que imaginamos. En los puntos ecológicos se inicia el proceso de reciclaje. Se colabora a descongestionar los vertederos, y se contribuye a ahorrar millones de litros de agua y de petróleo que se utilizan en los procesos de fabricado. Gracias a cada reciclaje de papel y cartón se salvan de ser talados unos 17 árboles por cada tonelada que se recicla. Y es muy importante separar correctamente los productos que desechamos.
La solución pasa por reciclar
Las cifras demuestran que urge concienciarse con el reciclaje y el uso de productos biodegradables. Solo así se preserva el medio ambiente, creando cultura de reciclaje, conciencia ecológica en las nuevas generaciones y reactivando la economía en materia de aprovechamiento.
En el reciclaje y el consumo de productos biodegradables todo el planeta habla el mismo idioma. Es una cuestión de enseñanza y de costumbre. Además del valor que se le puede volver a dar a lo que se considera basura, reutilizarlo ahorra recursos naturales necesarios para la sostenibilidad de la tierra. La OCU recuerda que mientras el papel higiénico se desintegra en el agua casi por completo (95%) en solo media hora, sólo un 36% de las toallitas húmedas se descomponen después de dos días en el agua. Es una cuestión de invertir con cabeza a la vez que se apuesta por el planeta. Apostemos por los productos biodegradables.