El nuevo asesinato racista de un ciudadano negro, George Floyd, a manos de la policía, y la posición cuanto menos indigna ante este hecho gravísimo del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, están poniendo en peligro la democracia de ese país.
TRUMP Y SU DEGRADACIÓN DE LA DEMOCRACIA NORTEAMERICANA
Desde la llegada al poder de Donald Trump en Estados Unidos en el año 2016, la democracia de ese país, comenzó un proceso progresivo de degradación de algunos de los pilares que la hicieron posible.
Como nos ha demostrado la historia a través de multitud de ejemplos, cuando una parte importante de la ciudadanía no se implica en lo que nos afecta en la gobernanza de los asuntos públicos, o directamente respalda a personajes como Trump en Estados Unidos o Bolsonaro en Brasil, los valores democráticos de los países se sitúan un riesgo muy alto de sufrir retrocesos, y de perder las conquistas logradas y traducidas en avance y progreso social.
ESTADOS UNIDOS, EN GRAVE RIESGO DE RETROCEDER DEMOCRÁTICAMENTE
Si hacemos un repaso por el retroceso que está experimentando Estados Unidos en sus pilares democráticos, desde la llegada de Trump a la presidencia de ese país, nos encontramos con tres aspectos a mencionar: el ataque sistemático contra los medios de comunicación libres, fundamentales como contrapeso en una democracia; el ataque indigno contra toda aquella ciudadanía que no tenga la condición de ser blanca y cristiana; y la profundización de unas políticas neoliberales que continúan elevando las desigualdades en la teórica primera potencia del mundo.
¿EL NUEVO ASESINATO RACISTA DE UN CIUDADANO NEGRO, ABRIRÁ LA PUERTA A UNA TRANSFORMACIÓN SOCIAL EN ESTADOS UNIDOS?
El último asesinato racista de un ciudadano negro a manos de la policía, y la indigna posición del presidente de los Estados Unidos, ha provocado una oleada de protestas sociales, que están exigiendo el fin del racismo latente en ese país, y la puesta en marcha de unas políticas que acaben con las desigualdades entre negros y blancos.
¿Servirá esta oleada de indignación social para forzar la caída de la presidencia de Trump?, el paso de los días y de las semanas nos lo dirá. Lo que es evidente es que la ciudadanía norteamericana necesita desde la movilización social activa y pacífica construir un movimiento de transformación social, que permita que Estados Unidos recupere la senda de sus valores democráticos, y que construya una sociedad basada en la igualdad y en la justicia social.
Y que nunca más se vea gobernada por un presidente, Donald Trump, muy cercano a la extrema derecha y que está poniendo en serie riesgo la democracia de ese país, con sus posiciones ultras y que rozan los rasgos de un auténtico dictador que ataca al que piensa diferente.