Tras los resultados conocidos ayer noche, de las elecciones generales del 10 de noviembre, se abre ahora un periodo complejo en la vida política de este país.
PSOE, PRIMERA FUERZA POLÍTICA
Unos resultados que vienen a poner de manifiesto varios aspectos. El primero es la nueva victoria del PSOE como primera fuerza política, tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado.
El segundo, es la alarmante subida de la extrema derecha de Vox, que se ha situado como tercera fuerza política, con 52 escaños.
Y el tercer aspecto es sin duda el desastre electoral de Ciudadanos, que ha pasado de tener 57 escaños, a quedarse con tan solo 10 parlamentarios. Tras el resultado, el líder de su formación, Albert Rivera, ha presentado su dimisión.
LAS FUERZAS PROGRESISTAS SUMAN MAYORÍA
En la comparación por bloques, las fuerzas progresistas suman mayoría, con respecto a las fuerzas conservadoras. Y esta mayoría es en esta ocasión la que el PSOE como primera fuerza política del país, debe aprovechar para no volver a decepcionar a los votantes progresistas, que ya le dieron el mandato en abril, tanto a PSOE como a Unidas Podemos, para que formaran gobierno progresista.
EL ACUERDO PROGRESISTA, ES IMPRESCINDIBLE
Tras el alarmante incremento de respaldo ciudadano de la extrema derecha de Vox, es urgente e imprescindible que PSOE y Unidas Podemos pacten un gobierno progresista para los próximos cuatro años, teniendo como eje central las políticas sociales.
En ese posible acuerdo, será necesario la participación de otras fuerzas políticas regionalistas: Teruel existe, Coalición Canaria, Partido Regionalista de Cantabria; o nacionalistas: Esquerra Republicana de Cataluña, Partido Nacionalista Vasco, Nacionalistas Gallegos entre otras, para a través, bien de su apoyo, o bien de su abstención, posibilitar que Pedro Sánchez sea investido como Presidente del Gobierno.
En esta ecuación, tampoco hay que olvidar los tres representantes de Más País, favorables a la gobernabilidad, ni los diez de Ciudadanos, que también se posicionaron en el lugar de no poner obstáculos a la formación de un nuevo Gobierno.