En los últimos días el partido Ciudadanos se está viendo inmerso en una profunda crisis interna, tras las críticas de algunos de los fundadores de la formación, y las dimisiones de miembros relevantes del partido liderado por Albert Rivera.
Ciudadanos corre un riesgo serio de convertirse en una formación política irrelevante, si continúa por la deriva a la que lo está conduciendo su líder, Albert Rivera.
FALSA IMAGEN DE REGENERACIÓN DEMOCRÁTICA
Ciudadanos está cometiendo el gran error de situarse en el lado derecho del tablero político, cuando desde sus inicios se habían posicionado como una formación de centro que era capaz de pactar a la derecha y a la izquierda dentro del escenario político español.
De hecho la formación naranja comenzó siendo de centro izquierda como se reconocía en sus estatutos, para poco tiempo después situarse en la derecha del espectro ideológico; olvidándose que uno de sus grandes éxitos que fue la victoria en las elecciones autonómicas en Cataluña, se pudo producir gracias a la capacidad de captar un voto y un respaldo transversal, para hacer frente al radicalismo de los nacionalismos excluyentes.
Desde ese momento, la formación naranja comenzó una carrera irracional por convertirse en un partido muy de derechas, rompiendo su imagen de regeneración democrática, votando por ejemplo en contra de la moción de censura que desalojó en 2018 la corrupción del Gobierno del PP.
CIUDADANOS, PACTA CON LA EXTREMA DERECHA DE VOX
Poco después, la formación liderada por Albert Rivera, se lanzaba a aliarse con la extrema derecha de Vox en Andalucía, al mismo tiempo que en numerosos Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, tras las elecciones del pasado 26 de mayo.
Con esto Ciudadanos, destruye los dos principios con los que nació. El primero su centralidad; rota con sus pactos en la mayoría de gobiernos con la derecha del PP, y la extrema derecha de Vox.
El segundo principio eliminado, su imagen de regeneración democrática. Dado tras los acuerdos con Vox, una formación que nos quiere hacer retroceder varias décadas en derechos sociales y civiles. Además de servir de muleta para perpetuar Gobiernos del PP durante más de 20 años, marcados en muchas ocasiones por una corrupción sistemática.