Sin duda dos de los grandes terremotos que tuvieron lugar en 2015 en las elecciones municipales, fue la irrupción de dos mujeres progresistas, Manuela Carmena y Ada Colau, que a través de sus plataformas ciudadanas impulsadas por Podemos, lograron conseguir la alcaldía de las dos principales capitales de España,
y al mismo tiempo consiguieron constituir un gobierno de cambio político, que en el caso de Madrid, llevaba monopolizado por la derecha durante más de 20 años, y en el de Barcelona, se acababa con el dominio de las fuerzas nacionalistas o una fuerza progresista distinta al PSC, Partido Socialista de Cataluña.
DIFERENTES FORMAS DE GOBIERNO
Tanto la alcaldía de Madrid, como la de Barcelona, se han caracterizado por distintas fórmulas de gobierno, en relación al apoyo que obtuvieron en las urnas en 2015.
En el caso de Madrid, Manuela Carmena y su plataforma Ahora Madrid, conformaron un gobierno en colaboración con el PSOE, sin llegar éstos a entrar en el gobierno.
Con respecto a Barcelona, Ada Colau pese a estar en minoría en el consistorio barcelonés, ha conseguido sacar la legislatura adelante, estableciendo pactos puntuales con distintas fuerzas progresistas.
MADRID Y BARCELONA HAN CAMBIADO EN LO SOCIAL
El gran aval con el que se vuelven a presentar a estas elecciones municipales en 2019, es el resultado positivo que han tenido las políticas progresistas que se han aplicado tanto en Madrid como en Barcelona.
MADRID
En lo que se refiere a la gestión del gobierno progresista de Carmena, el Ayuntamiento ha logrado reducir la deuda y el déficit monstruoso que dejó el anterior equipo de gobierno del PP.
Al mismo tiempo ha podido aplicar políticas sociales y orientadas a la protección del medio ambiente y de la limpieza de la ciudad, que han hecho recuperar los valores sociales de Madrid como capital.
BARCELONA
Con respecto a la alcaldía de Barcelona y la gestión de Ada Colau, también con los resultados encima de la mesa, ha sido positiva aun estando en minoría, ha logrado una buena gestión económica,, poner en marcha un programa para parar los desahucios, y proporcionar una alternativa en forma de vivienda pública y social a las personas que lo necesitaban;
y desarrollar una política de recuperar para la gestión pública bienes tan básicos como el agua y la luz.
Podría seguir citando logros sociales de ambas alcaldías, y probablemente no acabaría; pero esto muestra que Carmena y Colau y sus proyectos políticos respectivos merecen un segundo mandato para profundicar y poner en marcha políticas, que en estos 4 años no han sido posibles.