Tras la victoria del PSOE en las elecciones generales celebradas el 28 de abril, se abre un periodo en donde el futuro Ejecutivo encabezado por Pedro Sánchez, deberá decidir el rumbo que va a tomar nuestro país, en cuanto a la aplicación de políticas progresistas se refiere.
MANDATO CLARO DE LA CIUDADANÍA, GOBIERNO PROGRESISTA
Uno de los aspectos evidentes tras los resultados electorales, es que existe una mayoría de fuerzas progresistas para poder conformar un Gobierno, que pueda centrar sus políticas en la urgente agenda social que necesita este país.
Los 123 escaños del PSOE, sumados a los 42 de Unidas Podemos, al logrado por Compromís y junto a los 15 escaños de Esquerra Republicana de Cataluña;configuran una mayoría progresista sólida frente a la suma insuficiente de los tres partidos de derechas, PP, CIudadanos y Vox.
PEDRO, NO TE VUELVAS A EQUIVOCAR
Tras las elecciones generales de 2015, y la renuncia en primera instancia a formar gobierno por parte de Mariano Rajoy, Pedro Sánchez como líder del segundo partido más votado, el PSOE, intentó conformar una mayoría y cometió el error de buscar una alianza con Ciudadanos, en unos acuerdos que derechizaban al PSOE en materia económica y social, y en donde el neoliberalismo económico de Ciudadanos quedaba patente.
Finalmente esa alianza no se llevó adelante, fue rechazada por el Parlamento y se tuvieron que repetir las elecciones en 2016.
Ahora en 2019, tras hablar los ciudadanos en las urnas, el mandato que tiene Pedro Sánchez para formar gobierno es claro. Apostar nítidamente por un Gobierno progresista, al modo de Portugal.
En donde hay una acuerdo a tres de fuerzas progresistas, que está funcionando en materia económica y social, y que no requiere de la entrada directa en el Ejecutivo de las dos fuerzas que apoyan al Partido Socialista en Portugal.
SIGNIFICADO DEL NEOLIBERALISMO ECONÓMICO QUE DEFIENDE CIUDADANOS
Pedro Sánchez debe articular una mayoría progresista contando como socio preferente con Unidas Podemos, que ya ha sido clave para la aprobación de varias medidas de corte social y de rescate económico a la ciudadanía.
Por otro lado, el futuro presidente del Gobierno debe descartar sin ningún tipo de duda un acuerdo económico con Ciudadanos, un partido más de derechas incluso que el PP, en materia económica.
La fuerza política de Ciudadanos liderada por Albert Rivera, defiende una doctrina económica, el neoliberalismo, un modelo económico compartido por todas las fuerzas de la derecha y de la extrema derecha en el mundo, y que nos ha mostrado con los datos encima de la mesa, las consecuencias sociales tan negativas que producen en la mayoría social.
Una doctrina económica que lo que quiere esencialmente es acabar con el Estado, con el desarrollo de sus políticas públicas y de redistribución de la riqueza. En donde sea el individuo el que se busque la vida, y apueste si tiene dinero por una sanidad privada, una educación privada y unos servicios sociales totalmente privatizados.
Y en donde también los derechos de los trabajadores no existan y estén absolutamente subordinados al poder de los empresarios y de la econmía especulativa.