Este domingo 28 de abril, se celebran en nuestro país elecciones generales. En donde elegiremos a nuestros representantes políticos al Congreso de los Diputados y al Senado, respectivamente.
Estas eleccioness no son unas elecciones más, ya que en esta ocasión van a marcar un determinado rumbo para nuestro país, en los próximos cuatro años. Una vez más, la ciudadanía tiene en su mano poder cambiar y transformar la realidad política, económica y social del país. Y para ello se dispone de uno de los instrumentos fundamentales para llevarlo a cabo. Me estoy refiriendo a ejercer el derecho al voto.
Hoy día parece que se da por sentado el ejercicio de ese derecho al voto, pero como ha sucedido en otros países, y de forma especial en el nuestro por la historia que hemos tenido, siempre hauy que recordar que costó mucho tiempo y grandes sacrificios en vidas humanas, el poder desarrollar de forma libre y democrática nuestro derecho al voto.
EL VOTO PUEDE TRANSFORMAR LA REALIDAD SOCIAL DE UN PAÍS
Ejercer nuestro derecho al voto, no solo constituye participar a cada cuatro años en determinado proceso electoral, significa uno de los mayores grados de compromiso y de vocación por querer cambiar y transformar la realidad económica y social de un país. Porque gracias a ejercer este derecho tan importante en una democracia, supone decidir que confección de Estado vamos a querer a nivel territorial; también establece que rumbo van a tomar las políticas generales y particulares; desde si se apuesta por apoyar la financiación pública para construir más hospitales y colegios, o se decide impulsar por políticas de dependencia en el Ayuntamiento de una ciudad.
AVANCE O RETROCESO SOCIAL
Por otra parte participar activamente en democracia a través del derecho al voto, también fija el rumbo que va a tomar el país en diferentes ámbitos, y si en el conjunto global se va a continuar por una senda de avance y progreso social y económico, o en cambio se va a apostar por un retroceso en derechos sociales, laborales y libertades civiles.
Es por tanto responsabilidad de todo ciudadano y ciudadana participar ejerciendo su derecho al voto, y al mismo tiempo que esto sirva para de forma exigente y desde determinada posición demandar, pedir, reclamar y fiscalizar el tipo de políticas que realizan los representantes elegidos, y que tanto de forma global, un gobierno estatal, o de forma particular, un Ayuntamiento de una ciudad, afectan y repercuten en la realidad económica y social de los ciudadanos y de las ciudadanas.