El sector inmobiliario siempre ha tenido mucha importancia para la economía española, tanto es así que una gran parte de la población considera que no hay mejor inversión que el ladrillo.
En los últimos años han surgido empresas inmobiliarias como Renta Corporación, que tienen Madrid y Barcelona como principal área de actividad, y que se dedican a comprar edificios en venta y hacerles reformas completas para volverlos a sacar al mercado, especialmente, edificios antiguos y muy castigados por el paso del tiempo.
Estas operaciones permiten que los pisos se revaloricen, lo que favorece que haya una mayor oferta de vivienda y que, en consecuencia, se mantenga vivo el mercado inmobiliario, evitando que se produzca un estancamiento del sector.
Esto supone un beneficio añadido y es que, a esa revalorización y reactivación del sector inmobiliario, hay que añadir que, gracias a estas operaciones, se rehabilitan edificios asumiendo unos costes que los propietarios, o bien no podían, o bien no querían costear. El resultado final es un bloque de viviendas completamente reformado, funcional y en perfecto estado.
La reforma
Es muy habitual que estas empresas compren y reformen edificios con más de un siglo vida, lo que exige un trabajo más profundo, elaborado y costoso que en las reformas de los edificios de construcción reciente. Y con el paso del tiempo el coste de las reformas es cada vez mayor porque las soluciones por las que optan de forma habitual las comunidades de vecinos no son soluciones integrales definitivas, sino que se van poniendo parches eventuales, cuando lo que de verdad se necesita es una reforma en profundidad que corte de raíz los problemas que puedan ir surgiendo.
Inmobiliarias como Renta Corporación se dedican a la venta de edificios rehabilitados porque así atacan a la raíz del problema. Primero, estudian el edificio y su estructura, para ver cómo se construyó y cómo se ha ido modificando a lo largo de los años. Después, rediseñan los espacios y reforman tanto los pilares como los forjados… elementos indispensables para la salud del edificio. En la reforma también incluyen la insonorización de habitaciones y de fachadas. Además, los inmuebles tienen que adaptarse a las nuevas normativas de eficiencia energética adaptar y deben ser accesibles para las personas con movilidad reducida.
Estas empresas inmobiliarias se encargan de toda la gestión del papeleo necesario y de la tramitación de los certificados técnicos y jurídicos -con los costes que eso conlleva- que la administración pública exige para que esos edificios puedan ser reformados.
Una buena posibilidad para vender tu inmueble
Este tipo de empresas son también una buena solución para quien quiere vender un piso -o varios-, ya que se trata de compañías que están en una búsqueda constante de inmuebles para reformar. Y poder realizar este trabajo exige contar con una cartera de edificios y pisos muy amplia.
Independientemente de los motivos que puedan empujar a los propietarios a querer vender un piso –mantenimiento demasiado caro, baja rentabilidad del alquiler, división de una herencia, etcétera-, conviene tener en cuenta que estas firmas son potenciales compradores y, además, son una gran ayuda para agilizar todos los trámites o para resolver mediaciones de cualquier tipo, de manera que el proceso de compraventa se resolverá de forma satisfactoria en un periodo de tiempo muy inferior al que suele durar.