Dicen que es más fácil olvidar que aprender, y que con el tiempo esto se acentúa cada vez más. No hay más que ver como, en apenas tres décadas de internet (y cuyo uso generalizado en España es, en el mejor de los casos, de dos décadas), hemos olvidado cómo se solían hacer las cosas en la era offline.
¿Os acordáis cuando quedar con alguien no daba lugar a imprevistos? Ante la ausencia del WhatsApp (y con perdón del fugaz SMS), cancelar una cita o reunión 30 minutos antes era algo que se hacía solo bajo extrema necesidad. Y ya no hablamos de la era pre movil, en la cual era prácticamente imposible.
¿Pedir comida sin hablar con nadie? ¿Reservar un hotel en Bangkok desde España? ¿Pedir cita al médico a las 3 de la madrugada? Hace no tanto, todas estas gestiones eran impensables. En el mejor de los casos, se hacían de manera telefónica, pero cuando los mostradores solían estar llenos y los oficinistas eran los mismos telefonistas, con el minutaje de la llamada corriendo, lo más normal era hacer todo este tipo de gestiones presencialmente. Uno iba al restaurante chino de turno a hacer el pedido, se personaba en una agencia de viaje o acababa yendo al centro de salud para pedir cita.
Internet y las finanzas
Es indudable que internet ha modificado nuestros hábitos diarios de manera brutal. No obstante, ciertos sectores han tardado más en adoptar los beneficios de la red de redes, ya sea por tradición o por falta de necesidad. Hasta hace poco, la banca era uno de esos sectores. Al ser un negocio establecido y necesario desde hace siglos, la banca siempre ha sido un sector conservador y reacio al cambio. A fin de cuentas siempre tendrán clientes.
No obstante, internet ha hecho posible que con poca infraestructura, hayan surgido nuevas financieras que suplen su falta de consolidación con fórmulas diferentes enfocadas a la tecnología. Este tipo de financieras, llamadas FinTech, son empresas tanto tecnológicas como financieras, que aportan a los usuarios soluciones que van desde alternativas a la banca tradicional como servicios “satélites” a ella, como pueden ser los comparadores de préstamos o aplicaciones de control de gastos.
Esto ha obligado a la banca tradicional a ponerse las pilas. Todos recordamos cómo ING Direct revolucionó la banca española cuando empezó a ofrecer precios imposibles hasta entonces, debido precisamente a basar gran parte de sus operativas en internet. Menos oficinas significan menos gastos, lo cual se traduce en menos cobros al cliente.
Algoritmos para pedir un préstamo desde el sofá
Mucho ha llovido desde entonces. ING es una entidad tradicional comparada con los nuevos competidores. Brókers de crédito que encuentran las mejores ofertas a través del Big Data, empresas de micropréstamos que consiguen que recibas un crédito en menos de una hora… en un mundo que premia la inmediatez, la competencia que atemoriza a la banca tradicional se ha convertido también en un océano de ofertas donde muchas veces podemos sentirnos perdidos.
Pero el mismo mundo de las FinTech se encarga de intentar solucionarlo. Un ejemplo de ello es Top5Credits.com, una compañía finlandesa que acaba de aterrizar en España, un comparador de préstamos personales que también analiza cuentas bancarias, brókers de préstamos o tarjetas de crédito.
“Es fácil sentirse perdido con tanta publicidad agresiva. Además, aún solemos desconfiar de las empresas puramente online, por lo que es común que acabemos acudiendo al banco de siempre por miedo”, indican desde la compañia con sede en Helsinki. “El mercado español es especialmente conservador respecto a esto, cuando muchas veces la banca tradicional es más lenta, más cara y cuentan con un mayor historial de juicios en su contra. Pero ya sabemos el dicho: más vale viejo conocido…”
¿Son los créditos online fiables?
“Absolutamente”, afirman desde la FinTech. “De hecho, los créditos online en ocasiones son más transparentes que la banca tradicional, ya que en ésta, muchas condiciones prestatarias se hacen en las oficinas a puerta cerrada, como los famosos casos de ancianos firmando cláusulas abusivas. En cambio, una financiera online que ofrezca micropréstamos tiene que detallar por ley claramente sus condiciones en su misma página web, lo cual está a la vista de todos, incluidas las autoridades.”
¿Pero no existen prestamos que sean timos o engañosos?
“Por supuesto que los hay”, se muestran tajantes. “Por eso mismo es importante la misión que desempeñamos los comparadores de préstamos como filtro. En Top5Credits usamos la tecnología y los algoritmos para calcular cuáles son las 5 mejores opciones para cada cliente en función a sus necesidades. Pero una vez las tiene, el usuario puede acceder a un análisis objetivo hecho por nuestros analistas.
Redactamos opiniones reales y análisis de productos poco conocidos, hasta otros más famosos, como opiniones de Cofidis o cualquier banco tradicional. Eso sí, siempre que tengan negocio online y mostrando tanto sus puntos fuertes y como los débiles.”
“Esto consigue dos cosas; por un lado, unimos la mejor tecnología con el equipo humano, ya que creemos que ambas cosas siempre han de ir de la mano. Por otro, nos aseguramos que todos y cada uno de los productos que se muestran en nuestra página web son fiables, ya que pedimos los préstamos personalmente y simulamos todo el proceso. Así detectamos posibles fraudes y el cliente sabe a qué atenerse”.