Para ser exitoso en la vida, hace falta cumplir con muchas demandas de acciones positivas para nuestro día a día. Lograrlo, más allá de ser imposible, lo que necesita es compromiso y disciplina, pues parte de estos tips van directamente vinculados a la forma de ver y hacer las cosas, tal y como se demuestra en el libro los secretos de la mente millonaria.
A través de esta exposición, el autor busca generar un cierto nivel de análisis acerca del entorno financiero que llevamos y las acciones que deberíamos considerar si estamos buscando que surja un cambio positivo y, de hecho, éste se orienta hacia una mejor experiencia de uso y disfrute.
De ahí que el primer punto que debemos atender, y en la medida de lo posible cambiar, es la forma de pensar que manejamos con respecto al dinero. Esto quiere decir que debemos dejar de lado lo tradicional que nos han enseñado y enfocarnos en un modelo de referencia, de éxito, que nos motive.
Pensar en hacerlo parece fácil, sin embargo, ponerlo en ejecución quizás no lo sea tanto, pues tenemos ideas que han sido arraigadas en nuestra mente desde que incluso éramos muy pequeños y que debemos analizar, sobre si realmente éstas han dado resultados positivos a nuestro alrededor o no.
A partir de ahí, debemos tomar el protagonismo de nuestras acciones y decidirnos por lo que será verdaderamente beneficioso para nuestras vidas, haciendo declaraciones para la riqueza y cambiando la forma de atender a las cosas que suceden en nuestro entorno.
Esto quiere decir, empezar a valorar las oportunidades y dejar de pensar tanto en los obstáculos, compartir los éxitos con allegados o personas que estén necesitando de algún apoyo, sentirse bien con los cambios positivos en nuestra vida y en la vida de nuestra cuenta bancaria, etcétera.
El miedo y otros sentimientos de inferioridad
Es un hecho que los que han alcanzado el éxito no lo han hecho con miedo, y si lo han tenido, por lo menos no han permitido que éste los domine a ellos. Tener miedo, en líneas generales, no es malo, lo malo es que él te impida hacer lo que sabes que tienes que hacer.
De hecho, éste es el freno más grande que encuentran las personas en el momento de querer hacer algo que parece que les dará el empujón para tener éxito: miedo a promocionarse, miedo a hablar en público, miedo a fracasar, incluso miedo a llegar al propio éxito, que es lo que se está buscando.
Pero no sólo es el miedo, también son esos sentimientos de inferioridad que hacen que tu mente se haga una telaraña de pensamientos negativos que te impiden dar pasos firmes hacia adelante. Deshacerse de ellos es bastante complicado, pero la buena noticia es que no es imposible, de ahí que la única forma de combatirlos, sea haciendo un cambio profundo en tu manera de percibir la vida y en las acciones que tomarás para hacerle frente a este asunto.
Muchas pequeñas metas son mejores que una gran meta
Es evidente que tu definición de éxito será en proporción directa a una gran meta que tienes en mente: hacerte una referencia en el campo de acción en que trabajes, tener una empresa grande llena de empleados, volverte el referente en un sector con determinado producto, etcétera.
Sin embargo, éstas representan la cúspide de la montaña y para llegar hasta allí hay que trabajar mucho. Las personas se detienen en el trayecto porque ven inalcanzable ese punto máximo, pero el principal error está en no ver lo lejos que estás del suelo.
Para ello, lo ideal es irse proponiendo pequeñas metas que sirvan como cápsulas de emoción en torno a tu gran meta. Esto te ayudará para tener felicidad cada cierto tiempo, al ver que has conquistado una nueva zona y te dará la energía suficiente para continuar en la ruta. Mientras más pequeñas y sencillas sean las metas, más fáciles y rápido las irás cumpliendo y te sentirás cada vez más satisfecho.
Incluso, este método puede conseguir que avances mucho más rápido, pues a medida que vaya saliendo una meta de la lista, ingresará una nueva y así este camino nunca se detendrá.
Trabaja sobre tus riquezas desde ya
Esperar a ser exitoso y a tener grandes cantidades de dinero para empezar a trabajar sobre él es un error. Si no podemos dominar las pequeñas sumas que tenemos en este momento, será mucho más complejo hacerlo con sumas más elevadas en el futuro.
De ahí que debamos ir trabajando en este aspecto desde ahora mismo, motivándonos para organizar mejor el presupuesto, con el fin de ejercer un dominio total sobre él y no que sea el dinero quién te domine a ti.
Invertir es indispensable y no se debe considerar nunca como un gasto. En la medida en que veamos una inversión como una pérdida de tiempo y dinero, estaremos alejándonos más y más de nuestro objetivo de éxito financiero. Las personas que han alcanzado el éxito en esta materia, son famosas por colocar a producir cada euro. Quizás perdieron algunas monedas por el camino, pero es seguro que ganaron muchas más.
Además de todo esto, la formación y actualización en el área en que estés, es obligatoria. No puedes quedarte estancado en el punto donde estás para siempre, porque de allí no surgirá un buen crecimiento. Por ende, ésta es parte de las inversiones que veíamos en el párrafo anterior y que necesitarás muchas más veces de las que podrías pensar.
Llegar a tener éxito no es una utopía, es una realidad que con esfuerzo, muchas personas han logrado a lo largo de su vida. Sólo hace falta organizarse desde adentro para que los pasos dados sean muy certeros.