Son elementos que están en nuestro día a día. Cuando vas al banco y te sellan un recibo, cuando en el Ayuntamiento te certifican cualquier cuestión, cuando una empresa pone “pagado” en tu factura o, incluso, cuando te ponen una marca invisible al entrar en la discoteca de moda. Se trata de los sellos de caucho, un elemento que sigue siendo imprescindible para empresas y organismos de todos los ámbitos. Y es que, aunque parezca un elemento que ha permanecido invariable desde hace tiempo (ya en el antiguo Egipto los faraones usaban sellos de piedra para dejar plasmada su cuña), nada más lejos de la realidad. Han evolucionado. Y mucho. Por ejemplo, ahora son más precisos, con un diseño mucho más elegante, ecológicos y completamente personalizables.
Un sinfín de utilidades
Los sellos de caucho no sólo sirven para ratificar que una factura está pagada. Sus utilidades desafían incluso a la imaginación y cada día son empleados en nuevas funciones. Por ejemplo, cuando tienes que firmar muchos documentos, puedes utilizar un sello de caucho para hacerlo mucho más rápido. También son usados en las bodas y todos hemos visto la utilidad en las discotecas para controlar la entrada y salida de los clientes. En este último caso, las tintas utilizadas suelen ser invisibles por dos motivos: evitar la falsificación y evitar que los usuarios se manchen la ropa o la piel con la tinta. Numerar las participaciones de lotería o cualquier otro documento que requiera ese control es otra de sus utilidades, así como fechar la entrada y salida de mercancías, etc. Pero ahí no acaban las utilidades de los sellos de caucho. Por ejemplo, existen los sellos para marcar la ropa. Se trata de sellos textiles muy demandados para colegios, guarderías o colonias vacacionales. Permiten marcar la ropa con un nombre, teléfono o logo y se usan con una tinta especial para ropa que es indeleble.
Tipos de sellos de caucho
Casi todos los modelos son sellos personalizados pero, dentro de eso, existen sellos de bolsillo (los más populares ya que se pueden llevar a todos lados como si fuese un bolígrafo), sellos de viaje para los que más se desplacen, sellos automáticos (con varios premios, estos sellos permiten ser usados con sólo una mano, permitiendo un estampado nítido y equilibrado).
En cuanto a su formato, podemos encontrar sellos cuadrados (desde 10 m/m a 40 m/m), sellos redondos (de 10 m/m a 50 m/m de diámetro), sellos ovalados (de 20 x10 m/m hasta 50 x 30 m/m) y sellos rectangulares (desde 15 x7 m/m hasta 82 x 25m /m).
Actualmente, el proceso de fabricación de los sellos de caucho ha cambiado mucho. Hace unos años se fabricaban mediante fotolitos, una técnica que ha quedado atrás por ser poco ecológica y más lenta que el láser, cuya tecnología permite una precisión mucho mayor, a la vez que es más rápido y completamente ecológico. Lo mismo pasa con las tintas empleadas, cuyos componentes están mucho más controlados para que sean más respetuosos con el medio ambiente.