Hay mucha gente a la que le cuesta hacer una dieta. Por falta de voluntad, porque no le gustan los alimentos que tiene que comer, porque “picotea” entre horas… Pero no se ponen en serio. Mucha gente relaciona una dieta con sufrimiento, pero no es así. ¿Por qué no vamos a poder tener una alimentación equilibrada con alimentos que nos gusten? Si eres un enamorado de la fruta, la dieta de la piña puede ser un buen ejemplo para empezar una.
Este tipo de dieta es un plan alimenticio desintoxicante y depurativo por las propiedades de la piña, que estará presente en muchas de las comidas que hagas a lo largo del día. Sus tres vitaminas (A, B y C) te pueden aportar minerales como el potasio, el hierro, el zinc o el yodo. Además, sus capacidades antioxidantes te ayudarán a mantener la línea con una alimentación variada gracias a la piña, que es una fruta que te puede ayudar a coagular la sangre y a la fijación de hierro.
¿Qué ventajas tiene hacer una dieta?
Mantener una dieta durante un tiempo dilatado puede muchos beneficios a diferentes niveles para aquella persona que la haga. Por ejemplo: nos veremos mucho mejor físicamente y puede pulir nuestro cuerpo al quitar grasa que sobra. Además, hay que pensar que la dieta no es un camino de espinas, sino un tránsito hacia nuestra nueva imagen, mucho mejor. Si pensamos en positivo, lograremos nuestro objetivo.
Además, tendremos una salud mucho más optima. Llevar una dieta desequilibrada, con muchas grasas y poca verdura, puede provocar enfermedades de diferente índole como hipertensión, diabetes, colesterol…. Algo que podemos reducir si hacemos dieta, dieta para cuidar nuestra salud. Con unos cuantos análisis, antes y después de la dieta, verás cómo tu esfuerzo ha dado resultado.
Incluso podrás verte mucho mejor. A nivel psicológico, te verás mucho más atractivo y estarás mejor contigo mismo, más a gusto… Tendrás una autoestima mucho más alta y sabrás controlarte mucho mejor. Tu capacidad de superación será mucho más alta y tendrás una predisposición mucho mejor para enfrentarte a cualquier reto en el futuro. Tendrás mejor humor, más energía, más ganas de hacer cosas… Estarás más acctivo, más vivo.
¿Con qué puedo juntar a la piña?
La piña es un alimento con el que se adelgaza mucho y bastante rápido, pero hay que saber conjugarla bien para exprimir su sabor al máximo. Por ejemplo: en el desayuno, puedes desayunar una tostada con unas rodajas de piña y un yogur o un café con el que acompañarlas. En el tentempié de media mañana, por ejemplo, puedes hacerte un zumo de cáscara de piña tras haberla cocido durante 20 minutos. En la comida, puedes comer algo ligero (unas pechugas de pollo o pescado a la plancha con verduras) cuyo postre sea unas rodajas de piña. Si no has tomado a media mañana algo de piña, puedes hacerlo ahora; si no, toma algo desnatado. Para cenar, puedes tomar algo muy ligero para no irte muy lleno a la cama y poder hacer una buena digestión. Obviamente, toma algo de piña. Ten en cuenta que no tienes por qué tomar piña en todas las comidas, pero es un elemento muy bueno para sobrellevar tu dieta. Como ves, consumir piña puede tener muchas ventajas. ¿A qué esperas? En muy poco, tendrás los resultados que quieres.