Comer es un placer y más cuando lo hacemos de una forma adecuada y saludable para mantener nuestro organismo en unas buenas condiciones físicas. La alimentación es uno de los aspectos claves para la salud y por eso debemos de tener cuidado con las cosas que comemos, y sobre todo, con las cantidades que lo hacemos. En la sociedad actual donde la falta de tiempo y el estrés han hecho proliferar las cadenas de comida rápida y la comida preparada, incluso entre los más pequeños, es más importante que nunca volver a poner el foco en los alimentos frescos. De hecho, la obesidad es una enfermedad que no ha hecho más que crecer en los últimos años en Europa, siendo especialmente preocupantes el aumento de casos de obesidad infantil en niños muy pequeños.
En este sentido, el consumo de frutas, verduras y alimentos bajos en grasas deben de ser básicos en nuestra dieta diaria y debemos planificar todas nuestras comidas a lo largo del día en función de ellos. Vamos a conocer un poco más sobre la importancia de adoptar unos buenos hábitos alimenticios y sobre cómo éstos pueden mejorar de forma progresiva nuestro estado de salud.
Los beneficios de una buena alimentación
La Organización Mundial de la Salud ha estudiado en profundidad los efectos de la alimentación sobre el organismo y las ventajas de alimentarse correctamente pueden ser realmente increíbles. Por ejemplo, seguir una dieta equilibrada y rica en nutrientes esenciales puede ayudar a prevenir enfermedades tan importantes como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares e, incluso, el cáncer. Esto es especialmente efectivo si empezamos a alimentarnos correctamente durante los primeros años de vida y luego seguimos con los años manteniendo estos hábitos, ya que nuestro cuerpo se habrá hecho más fuerte y resistente con el paso del tiempo.
Para mantener una correcta ingesta de alimentos, algunos consejos que se pueden seguir son que al menos 400 gramos de comida diaria sean provenientes de frutas y hortalizas, intentar reducir a menos de 5 gramos la cantidad de sal o mantener en menos del 10% diario la ingesta de azúcares libres y en un 30% la ingesta de grasas de todo tipo.
Aumentar el consumo de frutas y verduras
Existen una gran variedad de frutas y verduras en el mercado, entre las que podemos elegir y combinar para mantener una dieta correcta. En especial, uno de los alimentos más demandados por los consumidores en la actualidad es el aguacate, gracias a que aporta muchos beneficios para el organismo. Esto se produce debido a su composición nutricional tan completa y rica en vitaminas, minerales y potasio que puede influir positivamente, por ejemplo, en la salud del corazón.
El aguacate también es una fuente de antioxidantes para reducir la oxidación celular, ayudando también a la reducción del colesterol y los triglicéridos en la sangre. Por no hablar de su acción en la prevención de enfermedades relacionadas con el cáncer, la reducción en los daños de los músculos y las articulaciones, así como la regulación del índice de grasas y la regulación del peso corporal. Por lo que tan solo con introducir un alimento como el aguacate en nuestra dieta diaria puede proporcionar todos estos beneficios, solo hay que imaginarse todo el poder que puede tener una alimentación basada en las frutas y las verduras para nuestra salud en general.