Desde 1970, el día de la Tierra se celebra en multitud de países con el fin de crear una conciencia común en torno a los problemas de la superpoblación, la producción de contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales para proteger la Tierra que habitamos.
¿El promotor de esta fecha? Fue el senador estadounidense Gaylor Nelson, y cada 22 de abril desde hace una década además se apoya su causa con el noveno Diálogo sobre armonía con la naturaleza, Con motivo del décimo aniversario del Día de la Madre Tierra, que este año se celebra en la Asamblea General, en la Sede de la ONU de Nueva York, en el Salón del Consejo de Administración Fiduciaria.
El Diálogo Interactivo gira en torno al tema “La Madre tierra en la aplicación de la educación sobre el cambio climático”. Va a servir para discutir las contribuciones de Armonía con la Naturaleza en garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad para tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos, e inspirar a los ciudadanos y las sociedades a reconsiderar cómo interactúan con el mundo natural en el contexto del desarrollo sostenible, la erradicación de la pobreza y la justicia climática, para garantizar que las personas en todo el mundo tengan la información y el conocimiento necesarios para alcanzar el desarrollo sostenible y los estilos de vida en armonía con la naturaleza.
PARA QUÉ SIRVE EL DÍA DE LA TIERRA
Una lucha que se une a la ya famosa Cumbre sobre el clima – COP24 –, que este año se celebró el pasadodiciembre en Katowice (Polonia). Organizada para hacer frente al cambio climático y acelerar la implementación del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
Pero… Además de para esta reunión, ¿para qué sirven los días internacionales? Se trata de hacer conciencia, básicamente. Y por eso este año el lema de este día internacional hace referencia a la biodiversidad de especies que hay en el planeta: “Protejamos nuestras especies”.
La sociedad se ha puesto por bandera la destrucción desde hace décadas. Una desaparición del medio ambiente y la biodiversidad sin precedentes, a la que asistimos a nuestro alrededor casi sin inmutarnos. Y es que la reducción de las poblaciones de plantas y de vida silvestre está directamente relacionada con la actividad humana.
El cambio climático, la deforestación, la agricultura insostenible y los pesticidas, el tráfico de animales, la pérdida de la biodiversidad, el agotamiento de los recursos hídricos… La actividad humana, nuestra forma de vida, hace que sea insostenible por muchos años más la vida en la Tierra. Y cada día que pasa estamos más lejos del tan esperado fin de la sostenibilidad. Hagamos que cada día cuente, y que cada día sea un paso más por recuperar nuestro Planeta. Recuerda que, entre todos, podemos.